Un lector nos detiene en el paseo peatonal para enrostrarnos porque, como diario, no decimos algo contra los ruidos molestos en ese lugar: para mayor precisión, parlantes que utilizan comerciantes en la vía pública y los locales comerciales en las puertas de sus inmuebles.
Nos hace notar el rol que debería jugar la prensa para llamar la atención de las autoridades sobre un tema que es, asegura, preocupante.
Le damos toda la razón, aunque le hacemos notar todas las veces que hemos abordado el tema en nuestras páginas, aunque sin resultados a la vista. Al parecer las autoridades competentes – Municipalidad, que fue la que dispuso la ordenanza que prohíbe ese tipo de manifestaciones, y carabineros que tiene el deber de hacerla cumplir – se hacen desentendidos.
¿Y que se puede hacer entonces?, nos pregunta.
Pues manifestarlo de manera directa a la autoridad. Que la autoridad sepa que no somos solo nosotros los majaderos con el tema, sino es un problema real que preocupa a un significativo número de personas de la ciudad que desean una mejor calidad de vida.
La semana pasada recorrimos el tramo entre la Alameda y la Plaza de Armas e identificamos nueve parlantes funcionando a un nivel alto , causando una increíble contaminación acústica . NUEVE.
Sin embargo la gente, el público, calla y delega en los medios de comunicación la tarea de hacer oír sus protestas.
Pero claro, si la autoridad es sorda… ¿cómo va a escuchar?
M.B.I.
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