Caminando con mi nieta menor, de 3 años, ella le hace el quite a un hoyo existente en la tapa de una cámara a una cuadra de nuestra casa. Más específicamente, en la esquina de Yungay y Augusto D`Halmar.
“Tata, ¿uno se puede caer por ahí?”, pregunta mirando el hoyo con temor.
Le explico que, por el tamaño, es imposible que pueda caer al interior, aunque sí es probable que si introduce un pie, pudiera resultar lastimada.
El hecho es que esa cámara está en ese estado desde hace varios-varios meses. Incluso tiene pintada sobre ella una X con pintura roja que tal vez signifique que debe ser cambiada por otra en buen estado.
Pero han pasado los meses y sigue ahí.
En los días siguientes (el sábado) alguien me hizo notar algo parecido que ocurre en la calle Miguel Aguirre, casi frente a la Plaza de Armas, donde la tapa de la cámara luce un respetable orificio.
La misma consulta del transeúnte que nos lo muestra: ¿puede caer alguien ahí?
No, pero por la mala iluminación en el sector, bien podría incluso una persona adulta introducir un pie y fracturárselo.
¿De quien son esas cámaras? ¿De la empresa de agua, de alguna empresa de telefonía? ¿Qué pasa si alguien sufre un accidente por esto, quien le responde? ¿A quien reclamar?
¿A la FIFA o a la Haya?
M.B.I.
