InicioActualidadCrónicaTerremoto de 2015: Con las cicatrices aún abiertas

Terremoto de 2015: Con las cicatrices aún abiertas

Hoy 16 de septiembre se cumplen cinco años de unos de los sismos más destructores en la historia de la región de Coquimbo

El terremoto de Illapel fue un movimiento telúrico ocurrido a las 19:54 hora local del miércoles 16 de septiembre de 2015, que alcanzó una magnitud de 8,4 en la escala sismológica de magnitud de momento.

El epicentro se ubicó a 42 kilómetros al oeste de Canela Baja y a 46 kilómetros de Illapel en la región de Coquimbo, y fue percibido en gran parte del país y en algunas zonas de Argentina, Uruguay y Brasil. El SHOA decretó «Alarma de Tsunami» para todo el borde costero chileno. Se extendió hasta las costas del Océano Pacífico, incluyendo Perú, Ecuador y Hawái.

Este sismo se adelantó a los cien años que tarda en madurar una brecha sísmica, ya que ocurrió 72 años después del último evento de consideración en la región de Coquimbo, el terremoto de Sotaquí de 1943, que alcanzó una magnitud de 8,2 MW y provocó un tsunami menor. Este movimiento telúrico  se convirtió en el de mayor magnitud de 2015 a nivel global.

En un balance realizado al día siguiente por el Gobernador de Limarí, Cristian Herrera, dio cuenta de dos personas fallecidas en la comuna de Monte Patria,  un hombre en el sector de Campanario y una mujer en el sector de El Tayán, como consecuencia de derrumbes en aquellos sectores.

Además de daños considerables en construcciones más antiguas de Ovalle, algunas que no pudieron ser recuperadas, y daños en emblemáticos edificios de la zona, en especial templos católicos, como SanVicente Ferrer, Corazón de María de Ovalle y Sotaquí, que transcurridos cinco años no han podido ser recuperados para el servicio de los fieles. Ademas del daño a un claro patrimonio cultural de la región.

El movimiento telúrico provocó la interrupción durante varias horas de los servicios básicos de la zona, el colapso de las redes de comunicación y la interrupción de caminos por causa de rodados de importantes dimensiones.

Este es sin duda un episodio que los ovallinos y los habitantes de Limarí y la región de Coquimbo prefieren no recordar, y del que aun permanecen cicatrices a la vista, en especial en barrios del sector histórico que no han podido ser recuperados, con tarea aun pendientes.

OvalleHoy.cl