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Tiempos de cambio

Desde hace bastante tiempo, venimos escuchando posiciones contrapuestas en lo que respecta al cambio climático, algunos dicen que son inventos de las ONG nacionales e internacionales y otros rebaten dichas opiniones diciendo que esto es algo cierto y que está pasando y yo pienso que es una realidad.

Otra cosa es precisar si lo que está ocurriendo es debido a los cambios propios de nuestro planeta o si todo esto es producto de la irresponsabilidad en el manejo de los residuos, la falta de cultura del reciclaje y por la “huella” de carbono que estamos generando, pues puede ser que más que una emergencia, este fenómeno sea parte de algo natural en nuestra era, como lo fue en su momento la “era del hielo”, siendo labor de los científicos precisar dentro de lo posible que es lo que está afectando de manera tan radical a nuestro mundo.

Eso no opta a que si es algo “natural” de la vida de nuestro planeta, a que contribuyamos a cuidarlo con acciones tan mínimas como por ejemplo el adoptar la cultura del reciclaje, el de tratar de reducir nuestra “huella” de carbono y creo firmemente que es labor de todos contribuir a cuidar nuestro ecosistema, no sólo para que nosotros veamos el mañana, sino para que también lo puedan ver y disfrutar nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos; de hecho, como Pediatra, les refuerzo a mis pacientes la importancia de los valores y el respeto, pues es labor de los padres enseñarlos y educar con el ejemplo, pues las demás personas lo que hacemos es reforzar lo que ya fue enseñado. No es labor del colegio enseñar valores, ni normas de buena conducta, sino de los padres o de la persona que los tenga bajo su cuidado.

Lo que he dicho con anterioridad tiene relevancia, en el sentido de que es esencial que se les inculque a nuestros niños desde la más tierna infancia, la cultura del reciclaje y de la limpieza, pues él no tomar conciencia de ello sería funesto para el desarrollo de las futuras generaciones; ya que al día de hoy, podemos ser testigos del mal que está ocasionando el mal manejo de nuestros desperdicios; el planeta está mostrando lentamente signos de envenenamiento (aunque no tan lentamente como algunos creen) y junto con él, nosotros también estamos sufriendo las calamidades y efectos adversos de dicha situación como por ejemplo veranos e inviernos muy acentuados en donde se hace cada vez más frecuente los “peak” ya sea de calor o de frío, llegándose inclusive a alcanzar temperaturas extremas en ambas direcciones.

Lo mismo está ocurriendo con las marejadas que se ven cada vez más destructivas y lo mismo ocurre con los diferentes desastres naturales a los que nos hemos visto enfrentados, pues éstos están siendo cada vez más frecuentes y de mayor intensidad uno tras otros. Dentro de los cuales tenemos las erupciones volcánicas, la caída de precipitaciones con gran intensidad al punto de saturar la capacidad de absorción del suelo, pues llueve en un corto periodo de tiempo, lo que debiese llover en un mes en un año o simplemente en más espacio de tiempo, provocando, por lo tanto, que el suelo no sea capaz de absorber todo lo que “cae” en dicho período de tiempo. 

Asimismo, la tala indiscriminada de árboles también ha contribuido de manera negativa en generar las condiciones propicias para avulsiones y aludes que provocan gran destrucción, pues arrasan con todo lo que hay a su paso. Situación similar con los incendios, que lo único que generan son cenizas y perdidas, siendo estos cada vez más frecuentes en el tiempo actual debido al temido 30-30-30 que al juntarse estos 3 factores, que son ni más ni menos que los “ingredientes perfectos” para el desastre, pueden y de hecho lo hacen, el crear las condiciones ideales para la generación, propagación y descontrol de un incendio forestal, pues convergen tres condiciones climáticas implacables, que serían que hubiese 30 o más grados Celsius de temperatura, menos de un 30% de humedad ambiental y que existan 30 o más nudos de velocidad del viento.

Por lo que siento que es necesario hacer un llamado a la comunidad, que una vez más nos unamos y nos ayudemos entre todos, adoptemos la cultura del reciclaje, de reducir nuestra “huella” de carbono; un llamado a cada alcalde hasta de las más pequeñas comunas de nuestro país a adoptar con seriedad, disciplina  y responsabilidad la cultura del reciclaje pero verdadero, que hayan recolectores de basura diferenciadas pero con destinos de verdaderos reciclajes diferenciados, que hayan en muchos puntos de las comunas donde ir a dejar nuestras pilas y baterías y que éstas sean llevadas a centros que de verdad eviten la contaminación de nuestra tierra, pues juntos podemos logran grandes cambios, puesto que al juntar la acción con la esperanza de un mejor futuro, saldremos adelante y viviremos en un mejor mundo, mundo que como está actualmente no es algo que quisiera heredarle a mis hijos, nietos y a cada uno de los millones de niños de este país y planeta, por todo esto hay  que sumarse al cambio.

Susana Verdugo Baraona

OvalleHoy.cl