Mucho se habla de desarrollo del turismo en la zona, pero lo que apreciamos, como que no va con el fortalecimiento de ello, sino más bien, acciones aisladas que en el fondo se pierden por no trabajar en conjunto.
El resguardo del patrimonio se remonta al término de la Segunda Guerra Mundial en que se dieron cuenta que una de las grandes pérdidas, había sido el Patrimonio de la Humanidad, surgiendo allí, el interés de proteger, el salvataje y la puesta en valor del patrimonio.
Se me viene a la memoria un artículo que escribí y que pueden leerlo en el Diario El Observatodo, de fecha 16 de diciembre de 2009, bajo el título “La Región de Coquimbo, ¿tiene un plan maestro de desarrollo?”. Donde planteábamos que; “Se dice que el turismo es el eje central de la región, pero no se ve que todos los PLADECOS de las distintas Comunas estén orientados a un Plan común, ya que, hay que crear un circuito regional.”
Esta región si se trabaja en conjunto se puede complementar como un gran circuito turístico, para lograr atraer al verdadero turista y no tanto al de vacacionista, es por eso, que se requiere un trabajo conjunto y no oficinas que desarrollan acciones poco efectivas. Ante eso, debe diseñarse una legislación protectora y exigir que cada estamento del Estado, el velar permanentemente por su conservación y protección y si se sabe realizar, se pueden conseguir fondos de organismos internacionales para este fin.
Hoy en día, es usual escuchar la pérdida de patrimonio por “incendios”, rayados, robos, destrucción de sitios arqueológicos, como también el abandono de diversos sectores, como ser; calle Almagro, el sector donde fue la Batalla de Los Loros, los conchales de La Pampilla, el sector de Guayacán, los humedales, la protección de los cielos oscuros del Valle de Elqui, el sitio de Quereo de Los Vilos, protección de la flora y fauna en riesgo, entre otros.
Lamentablemente hoy en día, solo apreciamos esfuerzos de ciudadanos comprometidos en rescatar, cuidar, proteger y preservar el legado histórico para las futuras generaciones pero no vemos un trabajo con los organismos del Estado para hacer de esta región un destino turístico de renombre internacional, aprovechando la apertura del Paso Fronterizo “La Chapetona” por la Provincia del Limarí, la cual se ha ido preparando y hoy se encuentra en condiciones de convertirse en otro centro de acogida de turistas y así desterrar esa idea de que existe un centro poderoso y un “patio trasero”.
Octavio Alvarez
