Los habitantes de la provincia del Limarí tenemos pocas oportunidades de un contacto directo con autoridades nacionales. A lo sumo a través de cartas u oficios con solicitudes, demandas o reclamos que nunca se sabe si llegan a destino o si sólo terminan en el escritorio de un secretario que selecciona las que continúan hacia el nivel superior.
Una buena oportunidad para eso se da en épocas eleccionarias en las que los gobiernos – sean de izquierda, centro o de derecha – despliegan en las diferentes regiones a sus ministros o subsecretarios para visitar obras en construcción, anunciar otras, y tener un contacto directo con la comunidad que se ve beneficiadas con ellas. Es algo válido y hasta legítimo, aunque a algunos eso les molesta y ven en ello intervención electoral en beneficio de postulantes del respectivo oficialismo.
También es una buena ocasión para que la comunidad, sea de manera directa o a través de sus medios de comunicación, puedan solicitar respuesta a las autoridades a inquietudes sobre distintas materias que les preocupan, en cualquiera de los ámbitos: Salud, deportes, seguridad, obras públicas, etc.
Y que estas respondan para dar a entender que existe una preocupación, si no para dar una solución, entregar una respuesta directa y sincera: «no se puede», ofreciendo las razones para la negativa, razones que pueden ser muy comprensibles.
En la reciente visita del Ministro de Obras Públicas a Ovalle la comunidad tenía dos inquietudes para plantear al titular de la cartera, Alberto Undurraga.
La primera como consecuencia de una campaña cuyo objetivo es evitar la instalación de un puesto de peaje en la ruta D- 43 antes del cruce de Tambillos, lo que obligaría a los ovallinos o limarinos que durante el año viajan a Tongoy y Guanaqueros al pago de un precio para acceder a estas localidades. La propuesta sugiere correr ese punto unos kilómetros hacia el norte, y según los organizadores hasta este momento hay 8 mil firmas reunidas para presentarlas junto a una carta a la Presidenta de la República.
La segunda inquietud es la de la Avenida Costanera que claramente no cumple las expectativas de los ovallinos como “By-pass” para la ciudad. Aun antes de estar totalmente habilitada, en horas punta la arteria colapsa fácilmente por su diseño. Esta carece de las dos dobles vías necesarias para absorber la totalidad del tránsito vehicular en especial el de alto tonelaje. La avenida por largos tramos tiene una sola pista, estrecha, y sin las condiciones de seguridad para recibir vehículos de grandes dimensiones.
Las preguntas al Ministro eran si existe la posibilidad que su Ministerio acoja esas inquietudes, las revise y pueda dar una respuesta en uno u otro sentido. O tal vez, chuteando el balón al corner si no maneja el tema, y comprometerse a revisarlos más adelante, como suelen hacer de manera hábil y diplomática las autoridades superiores. Pero no, el Ministro Undurraga optó por evadir las respuestas y alejarse de los periodistas.
Es claro que si la intención del Gobierno con su presencia en Ovalle era respaldar a los postulantes del oficialismo en las próximas elecciones municipales, claramente eso no se cumplió.
Es más, para seguir utilizando expresiones futboleras… fue para el Gobierno un verdadero autogol desde mediacancha porque la gente siempre se fija en esos detalles. Y más temprano que tarde termina pasando la cuenta.