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Una historia de Cronopios y Famas en estos tiempos surrealistas e instantáneos

Releía Historias de Cronopios y de Famas,  libro de 1962 y la verdad, era como estar leyendo  un análisis de la actualidad, pues en estos tiempos surrealistas e instantáneos,  se pueden identificar a cada uno de ellos con relativa facilidad.  

Para ilustrar, el texto de Cortazar donde,  creo yo, mejor  define cada una de estos personajes:

 “Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.

Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.

 Los famas lo saben, y se burlan.

 Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina”

Ayer no más encontré una cronopio .  Bajó de su automóvil  , dejó abierta la puerta ( obvio, era una cronopio),  le dio comida y agua al perrito de tres patas y sus compañeros   que deambulan a la  entrada del mall.  Porque  ellos y ellas sufren el mundo y aman el mundo.  A veces los ves por las noches  dando un café o comida a los indigentes  y en algunos casos, incluso ni los vemos, en un  quehacer silente, fuera de luces, pero efectivo y solidario.  Son   algo así como cronopios en estado puro , “seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos(…)”

También se encuentran en todos lados las y  los Famas . Hace una semana uno de ellos, de esos que se creen amos  de Ovalle o el mundo,  en una camioneta gris, grande  (ya sabemos de su  trauma) me insultó a viva voz porque me detuve en la  luz amarilla. De esos Famas abundan en esta ciudad, vociferan, bocinean, insultan.  Para ellos el tiempo es dinero, que un viejito cruce despacio o si alguien no anda a su ritmo, seguro se descontrolan porque no soportan que otros tengan sus propios tiempos o sus propias urgencias.  Porque cree que todos les pertenece: el agua,la tierra, el aire, el sol, el gas, el plasma  “Gran idiota —dice el fama—, no había que preguntar. Desde ahora lavarás mis pañuelos y yo ahorraré dinero”(pág. 70)

Más lejos. La política está llena de cronopios,  famas y esperanzas también.  Por ejemplo,  abundan los cronopios que aprueban el cambio de constitución, porque creen que  este país será mejor. Obvio, son cronopios, “verdes, erizados, húmedos objetos”,  soñadores, colorinches, alegres, optimistas.  Algunos  – muchos-  se aprovechan de esta confusión, hasta quisieran  ser Famas una vez que se apruebe una nueva constitución. Hay que tener cuidado, mucho cuidado y distancia con  aquellos cronopios.  Obvio, hay Famas que apoyan en Apruebo , pero …

Fíjense que  al parlamento llegaron muchos/as  cronopios, mas el dinero, el poder y la irrealidad  los dejó trasformados en Famas, eso es irreductible y es una pena. También suele pasar al revés, pero es mucho más difícil que una Fama se convierta en Cronopio en esas circunstancias, por naturaleza, obvio.   Bueno, después de todos o nada , finalmente bastantes cronopios , perdidos claro, no puros, hicieron que hoy  nos gobiernen Famas, algunos con disfraces de Cronopios…aunque también es posible que nos gobiernen falsos Cronopios,  que es peor que un Fama encubierto.    Como dice el mismo Cortazar, los Famas si necesitan una hoja de eucalipto, cortan el árbol y no les importa.

Los cronopios    a veces actúan mansamente, o al menos eso parece,  porque su espíritu iluso, etéreo quizás,  los traiciona. Pero cuando no son mansos, son apasionados.   Miren a los y las  del sur, ( por aquí y más norte igual)  la están pasando mal, son humillados , encarcelados,  luchan por sus tierras y sus derechos  –  bueno, lo han hecho  por más de 500 años –  luchan por respeto, por dignidad,  pero hay Famas, uff, esas famas infames  y cronopios camuflados  que los tildan de terroristas  y que gritan  cánticos racistas. Esos/as Famas y esos cronopios son los peores,  con ínfulas nazis que gritan  ridículamente “el que no salta es mapuche” . Qué terrible. Qué vergüenza. Qué asco.  Un dato adicional:  aquí  esos  Famas tiene raíces de cronopios, en algún lugar de su genealogía  son cronopios, como todos y cada uno de los habitantes de este país. A propósito,  país de morondanga, racista , clasista, intolerante y que de un tiempo a esta parte de la historia, se he vuelto desenfadado y triste, gris y poluto. (Y no es culpa del COVID.)

Es que dentro de este universo creado por Cortázar hace casi 60 años, y si miramos bien, nos podemos identificar todos/as.  En algún momento somos  cronopios ; en otros somos Fama. Los menos, son Esperanzas. Hemos visto  Famas cargado adobes y Cronopios atacando  inmisericordes a las Esperanzas, bajo explicaciones o fundamentos ilógicos, ciegos,  e ideológicamente absurdos.     Esos son los peores cronopios. Traicionan su cronopiedad porque en el fondo, desean ser Famas.  

 Así  es nuestra historia. Como ven,  estos personajes  son fácilmente identificables,  la dificultad sin embargo, radica en que a veces se confunden los roles,  incluso por conveniencia  se transfiguran  unos  en otros o muestran  una cara de Fama y en el fondo son Cronopios  o viceversa. 

Hay que tener buen ojo para no dejarse engañar ¿ cuál es peor, cuál es  más terrible, más peligros o más miserable?  Cada uno es libre de juzgar, peor cuidado, porque así como de poetas y locos, de Cronopios Y Famas, todos , todos tenemos un poco..

Por K Ardiles Irarrázabal

OvalleHoy.cl