Cientos de personas se congregaron el sábado en la ruta D- 43, sector donde en los próximos días comenzará a operar una plaza de peaje a los vehículos que circulan en ambos sentidos.
Eso para protestar por el desmedido cobro de este impuesto que alcanzaría a los $2.900 para autos y camionetas y de $5.250 para buses y camiones de dos ejes $5.250, camiones de dos ejes, lo que entrañaría un grave problema no solo a los automovilistas, sino también a quienes a diario deben utilizar la locomoción colectiva entre las ciudades de Ovalle y La Serena, y el proporcional incremento en el valor de los insumos que necesariamente deben trasladarse entre ambos puntos, como por ejemplo en el caso de las exportaciones de frutas e incluso el combustible.
Es un síntoma alentador que esta cantidad de personas hubiere respondido a la convocatoria para dirigirse al lugar, así como la presencia de autoridades de distintas corrientes políticas, dirigentes sociales, etc. para respaldarlos con su presencia.
Esto habla que nuestra comunidad no está absolutamente dormida, como se ha mencionado en algún momento, en otros hechos que la han afectado de manera transversal y no se han manifestado de la misma manera y que es capaz de reaccionar ante las injusticias
Hubiera sido en verdad de desear sin embargo haber contado con la presencia de representantes de Coquimbo y La Serena, cuyos habitantes también se verán afectados con la medida ,así como de otras comunas de la provincia del Limarí que también utilizar la ruta D- 43 para movilizarse.
La propuestas de solución que se hacen son varias. Entre ellas la de aumentar el plazo de la concesión para que la empresa pueda recuperar lo invertido sin detrimentos económicos. O bien, que el gobierno pueda entregar un subsidio que compense a los empresarios por una disminución de las tarifas en beneficio de la comunidad . O ambos.
En nuestra opinión, antes de haber fijado el tarifario de manera tan categórica y abrupta, a pocos días de su puesta en marcha, este es un tema que se debería haber zanjado de manera oportuna y previa, con una participación de todas las partes: gobierno, empresa, autoridades de todas las comunas de la región y parlamentarios para resolver de manera consensuada al respecto.
Y aunque he leído en las ultimas horas de autoridades que afirman haberse preocupado del tema en su momento, tal vez lo hicieron de manera informal o sin la energía suficiente y al final el resultado ha sido el mismo. En tanto otras autoridades mas recientes han optado por la comodidad de responsabilizar al gobierno anterior del desaguisado.
Por otra parte – nobleza obliga – nosotros, como medios de comunicación también tenemos responsabilidad por no haber insistido de manera oportuna sobre el tema.
¿Hay tiempo para rectificar? En lo personal lo veo difícil pues apenas quedan ocho días para la puesta en marcha del tarifario. Mas aun considerando la lentitud con la que suele moverse el aparataje estatal.
Seamos optimistas sin embargo. Después de todo la esperanza es lo último que se pierde… o eso dicen.
M.B.I.
