Lo anecdótico es que en el mismo local, hacía lo mismo, una hija de 17 años que la rendía por primera vez. Él, con el número 1 en el Local 1, era el inscrito de mayor edad en el proceso desarrollado en Ovalle esta semana.
Carlos Robles Luna, profesor de Historia y Geografía , 50 años (según confiesa), docente en una prestigiosa Academia de Preuniversitario, y egresado de la enseñanza media en la década de los 80 cuando rindió la entonces denominada Prueba de Aptitud Académica, PAA, es además copropietario de la Librería Publi-libros ubicada en el Mercado Municipal.
Para Robles vivir este proceso más de 30 años después fue una experiencia extraordinaria.
“Cómo me fue? Lenguaje, expectante, una prueba difícil, mucha comprensión lectora, mucho plan de redacción, no tenía idea como era esa prueba . Por lo tanto ahí expectante, porque no tengo idea como me fue. Para Matemáticas, nunca fui bueno para las matemáticas, así que ahí ”de paseo”, como dicen los estudiantes, no tengo esperanzas de algún puntaje, pero había que darla.. Ahora, la PSU actual no descuenta puntaje por respuestas malas, así que se contesta todas las preguntas, por lo tanto yo respondí todo, pero sin saber casi nada”.
En lo que sí admite que tiene que mostrar sus conocimientos es en la prueba de Historia y Geografía, “y por lo tanto ahí tengo que demostrar que sé; contesté todas, es una prueba difícil en la que hay que saber mucho contenido, mucha materia. Preguntan todo, todo lo que uno estudia durante el año. Yo soy profesor de un preuniversitario de mucho éxito a nivel nacional preparando estudiantes para que ingresen a la Universidad. Yo siempre digo a mis alumnos: el que asiste a todas mis clases les va a ir bien en la PSU porque llegará preparado, y efectivamente es así. De las 80 preguntas, 75 son válidas y cinco de Pilotaje, que las tiran para ir probando nuevas preguntas, pero uno no sabe cuáles son pero creo que en ese debería haberme ido bien “…
El propósito de rendir la prueba, explica, fue para conocer la PSU desde dentro, como es dar la PSU y ahora, afirma, va a tener a tener más elementos para ayudar a sus estudiantes.
“ (Decirles) Que no es ni tan difícil desde el punto de vista del que se prepara, del que sabe, del que ha estudiado, que es responsable, le va a ir bien. Por eso que hay estudiantes que les va muy bien, y otros a quienes no (porque no lo hicieron) porque finalmente son pruebas de contenido, de materias que uno tiene que saber”.
“Y lo otro que tampoco es el fin del mundo, es una etapa en la vida. Muchos estudiantes se ponen muy nerviosos (bueno, cuando di la PAA también me puse muy nervioso, pero uno es joven, no sabe,), entonces uno puede decirle a los estudiantes, mira, no es tan complicada, hay que dejar la ansiedad, los nervios y finalmente el que llega preparado le va bien, el que no… no. Pero ese era el propósito conocer la PSU desde adentro”.
Lo anecdótico es que en el mismo local en el que dio la prueba, Liceo Alejandro Alvarez Jofré, lo hizo su hija Marisel, de 17, que egresa de la Enseñanza Media. “Y ahora estamos viendo cual saca el mejor puntaje (ríe). Ella la dio también terminando una etapa, no se preparó, tenía que darla y dependiendo del resultado el próximo año se podría preparar y darla mejor. Pero ha sido entretenido, porque ir a dar a PSU con una hija y despedirnos ahí, separarnos, porque ella estaba en una sala y yo en otra en el mismo local, ha sido también gratificante desde el punto de vista personal”, concluye.
M.B.I.
