El pasado 14 de abril fue requerido por el delito de hurto y el ministerio público pidió para él una pena de 30 horas de servicio a la comunidad.
Pero en lugar de corregir su conducta, L. I. S. I. , 17 años, domiciliado en la población José Tomás Ovalle, hoy martes volvió a ser conducido al Juzgado de garantía de Ovalle luego de ser sorprendido hurtando desde el Supermercado Mayorista 10 mercadería (cajas de chicles, chocolates, etc) por un total de $ 53. 611.
Esta vez el ministerio Público está pidiendo en su requerimiento para el contumaz infractor de ley una sanción de 300 horas de servicio a la comunidad. Para ver su situación fue programada una audiencia de procedimiento simplificado para el 18 de mayo próximo a las 10.00 horas.
Al menos esta vez el niño (tiene 17 años pero no representa más de 12) no hizo berrinches en la sala o en los calabozos del tribunal, – llorando, gritando y golpeando los muros – como suele hacer cuando no le gustan las resoluciones judiciales.
Es que él tiene claritos sus derechos, pero de ninguna manera sus deberes y obligaciones para la sociedad. Y entre sus derechos está que no se le puede llamar “cabro chico llorón” según nos señaló una carta reciente del Sename en la que nos hace un tirón de orejas.