InicioOpiniónOpiniónA cada cual lo suyo. O la justicia al modo chilensis.

A cada cual lo suyo. O la justicia al modo chilensis.

No deja de admirarme el hacer de la justicia chilena, pero ¿clases de ética a dos pelafustanes, culpables de millonarias estafas? Eso es de antología.

Dos pillingajos de marca mayor, amigotes de poderosos, que han financiado, comprado voluntades y almas de “distinguidos” servidores públicos y otros, han sido condenados a ir a una conocida Escuela de Negocios, la Adolfo Ibáñez. Marcharán, supongo, en calidad de súper estrellas, rodeados de boato y ceremonia. Llegarán como a su hogar a esta casa de estudios avanzados, que las malas lenguas califican como un antro formativo de gerentes y administradores más otras vainas. Lo harán para recibir “clases de ética”, que nuestros severos tribunales han considerado como una sanción ejemplar, sin precedentes en los anales. Dicen que esta feroz y lapidaria condena – JUAJUAJUAJUAJA – servirá para disuadir a otros que piensen seguir las aguas de estos dos lumbreras y navegantes sin alma que se largaron a estafar como el más perverso bucanero del Caribe. Sin banderas negras ni parches en el ojo –claro – sino elegantes corbatas y trajes de corte italiano, perpetrando abordajes financieros.

Ya sé que parece una bufonada. Unos de esos humorismos tristes que jalonan, marcan, nuestro territorio. Pero no lo es: es una deleznable, una odiosa realidad, que debemos agradecer a la justicia chilensis. Citemos a Galeano: “La justicia es una víbora que suele morder a los que van descalzos. Es decir, a los más pobres”

Estos bribones – Carlos y Carlos – fueron acusados de haber hecho y deshecho a su amaño al parecer durante décadas. Estafas, cohecho, soborno, corrupción formaban parte de su “aporte al país”. Ahora, caídos en desgracia tras elegante y enmarañado proceso judicial, que duró cuatro años, han sido declarados ¡Culpables!… Y la sentencia ha arrancado risotadas, hilaridades tristes. También indignación y vergüenza. Es cierto que fueron sentenciados a pagar mil setecientos millones de pesos. Monto bastante menor a lo birlado y burlado. Y esta sentencia, que no incluye cárcel para los angelitos Carlos y Carlos, ha dejado una sensación, un sabor amargo que nos hace saber que en Chilito la corrupción campea y está todo podrido. Los tribunales de justicia, en medio y al final de este laberinto de estrategias jurídicas, con los mejores y más caros jurisconsultos del país, han dicho que ellos hicieron la pega, hicieron su trabajo, y se muestran señoriales y auto satisfechos.

En torno a tribunales, digamos que el estrato aludido se defiende como gato de espaldas, sacando a relucir empolvados códigos y leyes que muestran imparcialidad, justicia a carta cabal para todos, eso dicen. Pero es innegablemente cierto que la vara jurídica con que se mide a unos y a otros es desigual. Lo prueba, entre miles de casos, el famoso gurú televisivo de la inversión bursatil, el bribón de Garay, a quien sí han condenado a cárcel efectiva por siete años, En cambio a Carlos y Carlos, por monto muy superiores, monstruosos de burla y desprecio, los mandan a salones de clases de la que dicen es la más prestigiosa escuela de negocios del país. Tan prestigiosa, tan llena de renombre y singular fama es la Adolfo Ibañez, que el cursillo en cuestión costará la prodigiosa friolera de treinta millones de pesos… ¡Diablos!…¿Habrán resucitados a Aristóteles y a Platón para ser los profesores?…Lo digo porque un cursillo de pocas semanas no puede valer más que una carrera universitaria de cuatro años. Propongo, si esa clase de poderosos caldos éticos la pagamos los chilenos con fondos fiscales, opino sean grabadas y difundidas luego al perraje Chilensis . De semejante modo, nos beneficiamos moros y cristianos de esta sabiduría millonaria. Y además, las calificaciones del curso de los prontuariados Carlos sean conocidas en la ciudad y el mundo. Es lo justo. Aunque me huele que este es otro negociado en marcha…Treinta millones de pesos así lo señalan.
Lo cierto es que nosotros, los ciudadanos del montón, pensamos que toditos los intervinientes en este calducho jurídico se han vendido, que los “alumnos de ética” han comprado una justicia que se acomoda a su linaje y alcurnia. Recuerde que son muy acaudalados empresarios y, como “Poderoso caballero es don dinero”, hasta los severos inquisidores han caído genuflexos y serviles cual Yanaconas a los pies de los dos Carlos. Y súmele a este pasodoble burlesco a las elegantes cónyuges de estos magnates que participaron cual Mesalinas de la partuza, de la orgía tributaria, de la estafa. Supongo que fieles a la tradición de acompañar en las duras y especialmente en las maduras utilidades, que han recibido por millones de sus espositos. Ja.

Y por lo que se ve, la justicia chilena ha inclinado el cogote, ha doblado el lomo, servil, y se ha entregado con tarifa cara a estos facinerosos de cuello y corbata.

Todos felices, entonces. Me refiero a los condenados a esta pena del infierno…¡Cómo se habrán reído, hasta desternillarse de risa, por esta feroz sentencia! Me preocupa que puedan lesionarse las delicadas vísceras o el bajo vientre con tanta carcajada. Lo digo en serio. Ja.

Los amigotes cómplices (algunos como Wagner, salpicados en tribunales) pueden respirar tranquilos en sus poltronas gerenciales o legislativas, e incluso más arriba, hasta llegar a la casa donde se sufre taaaanto. Hasta acá hemos llegado, dicen en tribunales. Hemos actuado acorde al derecho y a las leyes que para aplicar justicia tenemos. Y yo con esta manía de mirar más allá, me acuerdo del loco más cuerdo que ha creado la mente humana, El Quijote: “Justicia, Sancho, es dar a cada quien lo suyo”… Por acá tenemos ju$ticia en la medida de los po$ible.

Acá, en estos bochornosos posibles, están las clases de ética a quienes cometieron variada clase de delitos de cuello y corbata. Y van a clases a la Escuela de Negocios Adolfo Ibañez donde, imagino, que la muchachada los va a recibir como triunfadores, ejemplos a seguir. Conjeturo que los profes los irán a mostrar como triunfadores en el feroz mundo de los negocios y negociados… Quién sabe, de alumnos melindrosos y negados para la ética pueden pasar a ser profesores, guías espirituales para las nuevas generaciones. ¡Aleluya, bráder! Sé que fantaseo, pero la Ibañez busca formar gerentes y administradores exitosos, dispuestos a triunfar aunque haya cabezas que pisar, comprar y/o cortar. Y en eso los Carlos son unos genio$$.

Sólo en Chile con su podrida y complaciente justicia podría pasar algo así.
La burla al país es evidente. Pero como somos 18 millones de ovejas y borregos, nada decimos. A lo más un par de chuchadas e insultos en las redes sociales. Y eso. En tanto hienas y lobos se reparten el país a dentelladas.

Nos merecemos todo esto. Los depredadores se han apoderado del país. Los habitantes sólo sabemos balar y asentir. ¡Sí, amo! Lo que usted diga, bwana.

Triste cosa, Sancho.

Wilfredo Castro

OvalleHoy.cl