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Aviones de papel

El segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet se ganó prácticamente desde el inicio, el título de mal Gobierno; no sólo por defender malas ideas y por dejarse pautear por los estudiantes, los sindicatos del sector público, la CUT, etc. sino porque no ha cumplido con su tarea fundamental y para lo cual fue elegido; que es la de administrar eficientemente los recursos fiscales, garantizar la seguridad y entregar a la ciudadanía los servicios públicos de una manera oportuna y eficiente.

Basta con ver los distintos tipos de abusos que se han ido “destapando” desde el principio y casi prácticamente mes a mes, nos hemos encontrado con más de una “sorpresa”. Frente a ello, me pregunto nuevamente ¿cuánta decepción sentirán quienes confiaron en el discurso que erigió la ex Concertación para justificar su transformación en “Nueva Mayoría”?, puesto que ellos se arrogaban el papel de ser los únicos defensores de los chilenos frente a los abusos y desde hace mucho tiempo, vemos como no han podido mantener a flote éste doble estándar, al predicar contra los “privilegios” mientras disponen abusivamente del patrimonio de todos los chilenos.

De hecho sin ir más lejos, vimos como esta semana la Presidenta,  nuevamente causó polémica al viajar a Brasil en compañía de funcionarios de Palacio, para asistir al último partido de las clasificatorias para el Mundial de Fútbol del 2018 que se jugará en Rusia; desembolsando aproximadamente unos 35 millones de pesos, que claramente no salieron de sus propios bolsillo; sino del de todos nosotros, porque por más que su Ministra Vocera de Gobierno (Paula Narváez) salga a tratar de explicar lo inexplicable que en realidad no se gastó dinero ya que todo provenía del presupuesto de la FACH, pareciera no entender que gastarse esa cantidad de dinero por más que se cuente con ella en un viaje a todas luces innecesario y que es una pésima idea en tiempos de “vacas flacas”, en donde en vez de dar una señal de tratar de ser austeros, respetuosos con el presupuesto, gastando lo justo y necesario y no “aprovecharse” porque está ahí y que se puede mal gastarlo, más aún cuando vemos que la gran mayoría de las personas creen que los políticos se preocupan más de ellos mismos que de las necesidades de la gente común, (situación por desgracia verídica).

Por otra parte, el viaje no sólo debe ser cuestionado por el alto monto de dinero gastado; sino porque nos encontramos en temporada de elecciones y además de todo lo anterior, el país atraviesa por un momento económicamente complejo y es hora más bien de ajustarse y apretarse el cinturón que de hacer derroche, pues ya sólo del punto vista ético moral es mal visto gastar esa cantidad pudiendo ahorrarlo, porque cómo dijo la Mandataria el 23 de septiembre del 2015 “cada día puede ser peor”, lo cual con ella en el poder y con su “tropa” de improvisadores lo creo muy a mí pesar.

Además y como punto final a comentar, en el año 2006 la Mandataria, llegó al poder representando el mensaje que entonces ella definió como “Gobierno ciudadano”, figura que repitió el año 2013, al volver a prometer cuando regresó al poder de que ella terminaría con los abusos. Situación del todo cuestionable pues hemos sido testigos de cómo se ha visto envuelta en más de una circunstancia controvertible partiendo por el caso Caval, el caso “Yate Gate”, el caso de la minera Dominga y así tantos otros. Al parecer la Presidenta, no logró entender que los chilenos quieren Presidentes que los protejan contra el abuso, que estén al servicio del “pueblo” y no quieren presuntos “líderes” que se beneficien personalmente de las regalías asociadas al ejercicio del poder que les confiere el cargo.

Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl