InicioultimasOpiniónCateadores: Los héroes olvidados de la Minería en el Norte Chico

Cateadores: Los héroes olvidados de la Minería en el Norte Chico

Se vuelve necesario en estos tiempos, resaltar el valor de aquellos desconocidos que se aventuraron con el fin de consolidar territorios y riquezas.

Después de estar presente en el lanzamiento del libro “Minas y Cateadores” en la XXXV Feria del Libro de La Serena y escuchar, a don  Claudio Canut de Bon, Ingeniero Industrial de Minas se hizo imperante en mí, el deseo de destacar a algunos chilenos que se adentraron en el desierto atacameño y, además, creyeron en esta actividad, arriesgando sus propias vidas y recursos para el desarrollo de ella. A su vez, se cataloga como un “primer ciclo de expansión económica de Chile”, desarrollada en la primera mitad del siglo XIX.

El historiador Francisco A. Encina nos dice; “el periodo 1841 – 1861 se caracteriza por un vigoroso avance de nuestro desarrollo económico, que no tiene precedentes ni ha tenido continuación en nuestra historia, pero sin alterar su naturaleza, impuesta por el conjunto de factores dados”.

En estos escritos de Domingo Faustino Sarmiento, no solo podrían considerarse como costumbristas o de opinión, sino que, “son cuadros vivos del norte minero chileno”. (pág.9). Sarmiento nos muestra que, para el minero atacameño, “el incentivo mayor, es saber que el esfuerzo personal de cavar en las rocas del desierto puede resultar en un cambio de fortuna y de situación personal, pasando a ser dueño legal de su descubrimiento”.

En el artículo “Cateo en el Desierto de Atacama” 1843, realiza una descripción para el cateador chileno y lo resalta en Diego de Almeida, “tal es el cateador chileno; ser aparte que vive fuera de las ciudades, trepando las crestas erizadas de nuestros cerros con los ojos fijos en las rocas estudiando su contextura…”. Examina: …el color de los panizos, la dirección de sus vetas, los cruceros que sobre ella caen, los pedruscos que rueda el agua, hasta las plantas que cubren las superficies”. 

Estos héroes olvidados, algunos de ellos: Diego de Almeida, nacido en Copiapó en 1780, fallece en Santiago en agosto de 1856. Hijo del portugués José Cayetano de Almeyda y de María Antonia Aracena y Godoy, la cual era de Coquimbo. Se dice que: “él mismo enseñaba a sus seguidores; que a caballo ninguna mina se ha descubierto; por eso el cateador ha de tener la planta tan dura como la pezuña de la mula que carga los alimentos y la esperanza” (Atacama de Plata, Oriel Álvarez, pág.157).

Los cateadores siguientes fueron discípulos de don Diego. José Santos Ossa, nació en el Valle del Huasco (Freirina) el 01 de noviembre de 1827, fallece en agosto de 1878. Sus padres fueron, Nicolas Ossa Varas y de doña Josefa Vega. También, a lo igual que, a otros, fue apoyado por Agustín Edwards, quien además les compraba sus minerales más, ayuda y consejo. Ossa descubrió cobre en la costa de Mejillones, pero su fortuna comenzó a cimentarse cerca de Tocopilla, explotando las guaneras de Paquico.

De allí, se traslada a Cobija (1844) donde poseía minas de cobre (La Fortuna y la Esperanza). Fue el descubridor del salitre. José Antonio Moreno nace en Copiapó el año 1812, fallece en 1869, Sus padres; don José A. Moreno y Cecilia Palazuelos. Alcanzó una gran fortuna, siendo su centro de actividad en lo que hoy conocemos como Taltal. Allí tenía una casa compradora de minerales y una fundición de cobre. Además, organizó una línea de barcos, fundo tres puertos (Taltal, Paposo y El Cobre). 

Es así, como se vuelve necesario en estos tiempos resaltar el valor de aquellos héroes que se aventuraron con el fin de consolidar territorios y riquezas, esperando que mantengamos la continuidad del ser chileno de la actividad productiva que, hasta el día de hoy, disfrutamos como país. 

Octavio Álvarez Campos  

OvalleHoy.cl