En el último tiempo la capital limarina ha recibido un gran número de afrodescendientes, por esto es un lugar perfecto para estudiar y analizar las reacciones y el trato que la población ha tenido con ellos.
Jhon es colombiano, tiene 26 años y es dueño de la barbería Mr. Black. El lugar q
ue se ubica en calle Benavente, es conocido por su pegajosa música y por los extravagantes cortes de cabello que realiza.
Mr. Black, como prefiere que le llamen, comenzó como cualquier peluquero principiante, trabajándole a una persona más y ganando el 50% de lo que realizaba. “La peluquería ahora es mía, yo la represento y la he ido implementando de a poco con mucho esfuerzo. Trabajo con un colombiano más y próximamente llegará un estilista chileno”, enfatizó.
En busca de una mejor vida…
Jhon llegó a tierras chilenas en el año 2015 en compañía de un primo. En primera instancia se instaló en La Serena junto a unos familiares, pero las cosas no resultaron por lo que emigró a la perla en busca de mejores oportunidades.
¿A qué te dedicabas cuando llegaste al país?
Trabajaba en construcción y me pagaban muy poco. Me vine con deudas de Colombia y deje una niña de solo 4 meses, por lo que debía generar ingresos. Las cosas en La Serena no se me estaban dando mucho, y se me presentó la oportunidad de venirme a Ovalle a cortar pelo, con una dominicana.
¿Con ella sí resulta
ron las cosas?
No, porque la peluquería a la que me trajeron no contaba con patente por lo que la clausuraron.
¿Y cómo lograste entonces establecerte aquí?
Empecé trabajándole a la señora de la farmacia. Ella me tenía con dos muchachas más, luego entró una amiga colombiana y la dueña empezó a generar mucha plata y clientes gracias al buen servicio que se entregaba, al tiempo se cambió de lugar y yo arrendé esto.
Altos y bajos…
A lo largo de esta conversación, Jhon habló de un gran problema existente en nuestra sociedad: el racismo y la discriminación hacia los inmigrantes. Pareciera ser que el avance en todo aspecto ha generado más conciencia, pero por desgracia el nacionalismo excesivo sigue existiendo y dándose como escusa para sentirse con el poder de maltratar a otro.
Ovalle, es una ciudad que en el último tiempo ha sido poblada por gran número de afrodescendientes, por esto es un lugar perfecto para estudiar y analizar las reacciones y el trato que la población ha tenido con ellos.
Respecto al tema de la discriminación ¿Lo viviste acá o en La Serena?
Aquí, precisamente en la peluquería donde estoy. En ese momento yo era trabajador, vino un tipo y de la nada empezó a gritarme: “negro culiao, vete para tu país, conchetumadre”, así me trató. Así como hablan acá los chilenos. (sic).
Claramente eso te descolocó…
Me afectó mucho porque en mi país igual existe racismo, no lo puedo negar, pero acá es más porque el chileno tiene eso de que este es mi país y aquí no queremos a nadie, mientras que en Colombia no es así.
A uno lo discriminan allá por el color, pero que va a llegar alguien y te va a decir que por qué estás en mi país, no.
¿Y ha sido una constante o son casos aislados?
Se ha dado hartas veces, en el supermercado, en la calle. Hace una semana vino una señora de más menos 60 años. Me preguntó por cortes y se enojo muchísimo porque la traté de mami, así como hablamos los colombianos. Me trató de patudo e irrespetuoso y por más que traté de explicar que así era mi lenguaje, no entendió. Me aconsejó que debía hablar como chileno porque estaba en Chile y no en mi país, lo que yo encontré una estupidez. No creo que deba cambiar cosas que son tan propias de mí porque emigré.
¿A qué atribuyes este desprecio que se tiene hacia los inmigrantes?
A la ignorancia. Deberían ponerse la mano en el corazón y pensar que si nosotros estamos aquí es por algo, buscando un mejor futuro, no por hacerle el daño a ustedes. Deben comprender que somos personas que vivimos en mucha soledad, ya es muy fuerte tener que dejar tu casa y tu familia por buscar una mejor vida.
Por: Camila González Espínola
