Dos siniestros de gran magnitud tuvo que enfrentar el cuerpo de voluntarios de nuestra ciudad, quienes no cejaron en sus esfuerzos para controlarlos, incluso con ayuda de aviones cisternas de la V región.
Un día arduo fue el que tuvo que enfrentar el Cuerpo de Bomberos de Ovalle ayer lunes. Después que la alarma de la central bomberil comenzara a llamar a sus voluntarios a acudir al combate de un incendio de pastizales en el sector del motel Panorámico, el rápido avanzar de las llamas lo transforma en una emergencia forestal, hecho que poco después obliga a acuartelar a la mayor cantidad de su contingente disponible.
La lucha contra el incendio forestal que por momentos se volvió incontrolable, fue apoyada por aviones cisternas de la quinta región, soporte que fue de gran ayuda y permitió una mejora en las condiciones del despliegue bomberil.
Los bomberos, seguían llegando al cuartel, acudiendo al llamado. Vimos a varios llegar con sus mochilas, preparándose para una jornada larga, como si la emergencia forestal fuera un presagio a lo que ocurriría más tarde.
Porque cuando el reloj marcaba las cinco de la tarde, el fuego se desataba en el sector céntrico de la Perla del Limarí, pues la bodega de Empresas Dabed comenzó a arder por causas que aún se investigan y por la cual ya habría un detenido. La nube negra se podía ver desde cualquier punto de la ciudad, lo que causó preocupación de los habitantes del sector.
El trabajo conjunto de vecinos, bomberos, paseantes, pudo prevenir que la situación pasara a mayores y tras una labor encomiable, los voluntarios de nuestra ciudad pudieron controlar ambos siniestros. Sólo se lamentan pérdidas materiales, que, en palabras de sus propios afectados, se recuperan «trabajando duramente».
Esta crónica busca solo agradecer siempre a quienes cada vez que se necesita, acuden al llamado del combate de las llamas.
Por Angelo Lancellotti González
Director
