En la provincia del Limarí, el embalse Cogotí continúa sin agua y La Paloma mantiene un 4% de su capacidad total. En tanto Recoleta llegó a un 8% de su capacidad, es decir, 3% más que en julio, todos porcentajes inferiores a la temporada pasada igual fecha.
Según el documento multidisciplinario, elaborado por especialistas del centro científico CEAZA, el estado actual del sistema hidrológico de la Región de Coquimbo es crítico y deficitario. “Así lo acusan todas las variables relacionadas al ciclo hidrológico que han sido analizadas; partiendo desde las precipitaciones, las que presentan un déficit del 50% y la cobertura de nieve en la cordillera, con un déficit aproximado de 60%, lo que se ve manifestado en los caudales con un déficit actual aproximado de 50%”, se detalla en el informe.
Según los datos entregados, en la provincia de Elqui el embalse la Laguna se encuentra en 67% de su capacidad, 3% más que durante el mes de julio. Puclaro solo alcanza un 11%, pese a que es un 1% más que en la medición anterior. En tanto, en la provincia del Limarí, Cogotí continúa sin agua y La Paloma mantiene un 4% de su capacidad total. Recoleta llegó a un 8%, es decir, 3% más que en julio. En la provincia del Choapa, Corrales bordea el 35% de su capacidad, lo que significa un incremento del 4% y se convierte en el embalse con el mayor aumento en el último mes. En cuanto al Bato, su reserva de agua es de 9%, lo que significa un incremento del 1% en comparación al período anterior.
Al comparar con el mismo período del año pasado, tres de los siete embalses de la región, La Laguna, Puclaro y Corrales, incrementaron sus reservas en un 7%, 2% y 2%, respectivamente). Por otro lado, en la misma estadística, el embalse Cogotí disminuyó un 5%, al igual que la Paloma y Recoleta en un 2% y El Bato en un 7%.
El boletín añade que este “estado crítico” se mantendría hasta el invierno del 2015, período cuando podrían presentarse las precipitaciones que alimentan el sistema. Por otro lado, el desarrollo de un evento El Niño débil para la zona durante la estación seca presentaría efectos nulos. Además, la proyección de sus efectos reales en el régimen de precipitaciones para el próximo invierno 2015 es incierta.
DESERTIFICACIÓN
El análisis sugiere acuñar el término de “desertificación”, “híper-aridez” o “aridización” de la Región de Coquimbo, ya que el término sequía, debido a la magnitud, espacialidad y temporalidad de ésta, no resulta adecuado como una descripción actual de la situación hídrica de la región.
En este contexto de escasez, se sugiere adoptar desde ya medidas paliativas de largo plazo. Esto , sostiene el documento, debido a que la coyuntura climática es más bien una condición permanente para la región, lo que complica la realidad de los sectores productivos, cuya demanda hídrica iría en alza.
