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Opinión: La descentralización como herramienta de protección ambiental

«No es sólo un desafío a nivel de conformación de los poderes del Estado y la distribución de recursos fiscales» – dice la abogada Carolina Tello y remarca que «es una necesidad crítica en la generación de espacios de participación activa».

En la discusión pública de las últimas semanas casos emblemáticos como Dominga y la protección de Humedales se ha vuelto relevante en la región. Si a eso sumamos la escasez hídrica, podemos ver cómo se ha ido tomando conciencia sobre la realidad crítica en materia medioambiental en que nuestras provincias se encuentran. Además, podemos ver cómo en la discusión Constitucional se está marcando la necesidad de una profunda reestructuración del Estado chileno. Vivir en regiones en Chile viene asociado a una terrible realidad: La conformación de tu territorio, la forma en que se distribuyen recursos públicos, la prioridad que estos mismos tienen, y muchos otros factores no son decididos en la zona, son decididos a nivel de Gobierno central. Vemos como las herramientas que poseen los gobiernos locales son limitados, siempre a la deriva del Gobierno de turno. Además, si nos adentramos en la conformación regional el diagnóstico es el mismo. La realidad de las provincias con menos densidad de población.

¿Son suficientes las herramientas de participación ciudadana brindadas por el Estado hoy? Claramente no. ¿Dónde encontramos la participación de forma efectiva como demandas legítimamente instaladas? Mediante la movilización de organizaciones ligadas a grupos de interés. 

En casos como la protección de ecosistemas, de paralización de proyectos de alto impacto ambiental, en la defensa del agua como un derecho podemos ver una realidad común: La visión de protección del medioambiente no viene conformada como política pública, sino permanentemente instalada por la sociedad civil, con una conducta repetitivamente reactiva por parte del Estado, quien no ha tenido la capacidad de establecer regulaciones ni un marco legal actualizado y por sobre todo acorde a la realidad de cada región, de cada territorio. 

La descentralización no es sólo un desafío a nivel de conformación de los poderes del Estado y la distribución de recursos fiscales. También es una necesidad crítica en la generación de espacios de participación activa. Y la participación activa no es otra cosa que brindar dichos espacios a todos los actores relevantes de cada territorio, recoger sus vivencias, respetar la forma en que conciben el desarrollo local, entre muchos otros factores claves que hoy no son reconocidos. 

En Noviembre escogeremos no solamente a los representantes del parlamento y el Ejecutivo, sino además el Congreso que comenzará a establecer la vía legislativa para la nueva Constitución. Y es una oportunidad. Tal vez la oportunidad más importante que hemos tenido en las últimas décadas de poner no sólo los intereses de la región en la discusión, sino además la forma en la cual queremos construir nuestra región de Coquimbo para las futuras generaciones. 

Carolina Tello Rojas
Abogada

OvalleHoy.cl