Ad portas de asumir el nuevo equipo de Gobierno y un Congreso Nacional con una parte considerable de nuevos integrantes; es necesario y de vital importancia que al enfocarse en los problemas y demandas que puedan ir surgiendo, no sólo se enfoquen desde la perspectiva del diagnóstico o en las propuestas alguna vez elaboradas para solucionarlos; sino que consideren antes de todo lo anterior el “cómo”, ¿cómo abordarlo?; ¿cómo repercutirá tal o cual solución?; ¿cómo solucionarlo?; etc.
Dejando lo anterior en claro; me gustaría partir diciendo lo siguiente: ¡Dejen Gobernar!, no puede ser posible que antes de que asuma el nuevo Gobierno y tras la presentación de las personas que encabezarán los diferentes Ministerios, ya existan una serie de personas que critiquen los nombramientos y no por que los designados por el Presidente Piñera, no fueran personas que tengan las capacidades suficientes para ejercer de la mejor manera el cargo que les fue encomendado; sino simplemente por el hecho que no les agradan como piensan o lo que han escritos en columnas de opinión, como el caso de Isabel Plá, que al tener un pensamiento más conservador, distinto a lo que siente la izquierda, la atacan de manera personal, simple y llanamente porque en el pasado dio su opinión personal respecto a un tema. Lo curioso en éste caso, es que sean precisamente ellos, los izquierdistas los que critiquen el sentir de una persona que hace uso de su legítimo derecho de opinión, pues se han “autodesignados” como los “paladines” de la libertad de opinión y de la aceptación de la diversidad; al parecer la libertad de opinión que ellos conocen y defienden es unidireccional, o sea, que sólo aplicaría para ellos.
Por lo mismo, la izquierda no puede pretender ejercer vetos sobre el nombramiento de Ministros, ni establecer campos vedados para quienes no comulguen con sus ideas. Al parecer, se les olvida un detalle muy importante, que es que ellos perdieron la elección y es la hora de sus adversarios políticos, pues éstos son los que tendrán a partir del 11 de marzo el mandato para Gobernar, que fue otorgado por una elección popular, en la cual inclusive concurrieron a sufragar más personas que cuando salió electa en su segundo mandato la Presidenta y por más votos.
Sólo basta con ver lo que hace la izquierda para tratar de manipular lo más que se pueda los acontecimientos a su favor, cuando iniciaron el actual Gobierno, lo hicieron con la política de la “retroexcavadora” con el fin de sacar del camino las visiones que no comulgaban con la hegemonía que ellos tratan de imponer. Pero como ahora no estarán en la “vereda” de la toma de decisiones en el Palacio de La Moneda, lo tratan de hacer con la “política de los vetos”.
Pero al parecer parecen olvidar que un Ministro puede y debe salir no porque a ellos se les antoje, sino por una mala evaluación de su gestión, porque ya no cuente con la confianza del Presidente, puesto que es un cargo de su exclusiva confianza, etc. pero nunca porque sus adversarios así lo quieran.
De hecho el propio Presidente Ricardo Lagos dio el siguiente mensaje a la izquierda recalcitrante respecto al Gabinete que presentó el Presidente Sebastián Piñera: “Veamos que asuman sus cargos y comiencen a trabajar. Juzguemos por lo que hacen, no prejuzguemos anticipadamente.” A pesar de no simpatizar con Lagos, en ésta oportunidad hizo un comentario de lo más acertado, pues no se debe comenzar a criticar y a aportillar a quienes ni si quiera han tenido la oportunidad de demostrar sus capacidades. Ésta situación de hecho me recuerda un sabio refrán popular, que es el del perro del Hortelano, que no come, ni deja comer.
Lo que podremos ver en éste equipo que conformará el Gabinete del nuevo Gobierno, es un equipo mayoritariamente con experiencia política, ya sea por su paso en el anterior Gobierno de Piñera o por su paso por el Congreso Nacional. Esto sin duda es un gran capital, pues la gran mayoría de estas personas ya han demostrado su capacidad técnica al servicio de un proyecto político a largo plazo; puesto que ellos conocen la importancia de explicar en palabras la solidez de las cifras y los indicadores.
Además, es un equipo en el que queda más que claro que cuentan con el respaldo presidencial, más allá de la misma designación, pues queda en evidencia que son personas de plena confianza del Presidente y no personas impuestas desde un partido político o peor aún, de una concesión forzada para dar un respiro a la coalición gobernante; pues es importante que sean personas de probada confianza presidencial, porque eso facilitará su gestión y ampliará sus márgenes de negociación en el Congreso Nacional.
Si bien es cierto que a partir de marzo se “vendrán” meses difíciles y de muchísimo trabajo para el Gobierno entrante, estoy segura que saldrán adelante, ánimo y ¡mucho éxito!
Susana Verdugo Baraona.