Hace muchísimos años, más de 50, los políticos de entonces tomaron una infausta decisión, la de construir la Carretera Panamericana, hoy denominada ruta cinco, por el área costera, dejando a la ciudad de Ovalle en un aislamiento que nos ha costado más de 30 años de atraso respecto a otras ciudades de la región. Las estacas que aún se conservan en el diseño lógico son testigos de lo anterior. Desde la Quebrada El Teniente, pasando por Peñablanca, Camarico, la Quebrada del Ingenio, Ovalle, en dirección a la capital regional. Esa decisión la tomó la clase política, que antes, al igual que ahora, muchas veces ponen sus propios intereses sobre el de la comunidad. Eso es una triste historia. (no quiere recordar la perdida de nuestros balnearios en dictadura).
Hoy después de años y años de espera, de incontables accidentes de tránsito y de muchos fallecimientos en la” carretera de la muerte”, por fin, se ha logrado la construcción de una doble vía Ovalle, La Serena- Coquimbo lo que demuestra la insensatez de haber llevado la ruta cinco alejada de nuestra ciudad. Algunos vecinos en su legítimo derecho ,plantean la necesidad de trasladar el peaje de su futura instalación a otro lugar , pues su actual diseño” impediría el acceso a Tongoy y Guanaqueros”, aquello es una petición que en democracia debería ser analizada ,sin embargo, la ubicación que se dé al mencionado peaje, sin duda será cuestionado por otros ciudadanos ,ya sea los de Andacollo, de Tambillos ,o reclamarán los vendedores de pescados coquimbanos que al traer su producto a la feria de Ovalle … es decir, el tema desde la óptica desde la que se analice, no dejaría contento a nadie. Pero lo medular es que después de años y años de frustración al fin tendremos una doble vía que permitirá un mejor y más seguro tránsito vehicular.
La doble vía, que se extiende desde La Serena a Puerto Montt, es un inmenso aporte al desarrollo de Chile. Aunque se deba pagar peaje es mayor el beneficio que entrega a los usuarios, y al país.
Lo anterior, dice relación con aquellas obras públicas o privadas que tienen un correlato con la ciudadanía. La mayoría de ellas en una comunidad empoderada traen cuestionamientos de la opinión pública. Al parecer no basta la participación ciudadana que por exigencias legales la comunidad debería ser informada y, ahí en ese entonces es la oportunidad de dar sus puntos de vista para en un análisis técnico-ciudadano participativo de toma de decisión adecuada. No cabe dudas de que si antes de entregar el proyecto de la doble vía, Ovalle- La Serena -Coquimbo, se le hubiese consultada a la ciudadanía de la ubicación del mencionado peaje, estoy cierto, que más del 90% aprobaría su instalación, en el lugar que el proyecto considera adecuado.
Ese es el asunto. Informar, consultar y participar seriamente a las personas de los proyectos a materializar. Las autoridades ya sean políticas o técnicas deberían actuar en consecuencia, y no colgarse de todas las objeciones injustificadas o no, que los proyectos puedan tener. A veces, en actitudes populistas y poco serias, opinan para conseguir alguna pequeña figuración.
El futuro se construye en el presente, con proyectos a desarrollar que repercutirán en la sociedad toda, en el tiempo y el espacio, – El Progreso- para ello es indispensable la participación ciudadana activa y suficientemente informada, que estando consiente del interés que determinados proyectos contemplan, en armonía con la naturaleza, se transforme en una palanca indispensable en el desarrollo del país.
Iván Ramírez Araya