InicioultimasArtes y CulturaPresentarán nuevos hallazgos en torno a Gabriela Mistral

Presentarán nuevos hallazgos en torno a Gabriela Mistral

Con coloquio buscan desmitificar la tradición que ha sostenido una Gabriela versus una Mistral y develar la profunda y desconocida relación de la poeta con su región originaria.

La Sociedad de Creación y Acciones Literarias de la Región de Coquimbo (SALC) realizará un coloquio en torno a Gabriela Mistral, a partir de las 17.00 horas del próximo viernes 26 de enero, en el Museo Histórico Gabriel González Videla de La Serena, en el marco de ARC—2018. El objetivo central es dar cuenta de nuevos hallazgos y estudios en torno a la Premio Nobel; y, especialmente, respecto a las desconocidas relaciones y etapas de su vida en la región. También, se busca cuestionar el ninguneo y las formas de presenciarla como santona o madre tutelar de la región.

El programa contempla las ponencias: “Gabriel y Gabriela”, por Rodrigo Iribarren, Director Museo Histórico Gabriel González Videla; “Gabriela Mistral y la Escuela Normal de la Región de Coquimbo”, por la poeta, normalista e historiadora, Susana Pacheco; “Gabriela Mistral y un amigo serenense”, por el académico, patrimonialista minero e ingeniero Civil, Claudio Canut de Bon; “Gabriela Mistral desde el Noroeste argentino”, por el poeta, doctor y académico de la Universidad de San Juan, José Casas Castro; “De la conjunción de los mitos: Manuel Magallanes Moure y Gabriela Mistral”, por el académico, poeta y doctor de la Universidad de la Sorbonne, Cristián Vila Riquelme; “Escolios mistralianos”, por el poeta, doctor y académico, Walter Hoefler y “Nuevas lecturas de los Sonetos de la Muerte”, por el poeta, académico y doctor, Manuel Alcides Jofré”.

Este Coloquio se realiza, porque se ha visto que se han multiplicado los estudios y eventos en torno a Gabriela Mistral. Pero, siempre es lo mismo de lo mismo. Jaime Quezada escribió las “Memorias” de Gabriela Mistral antes de la entrega de miles de documentos que, recientemente, nos otorgara la heredera de su albacea. Aunque el mundo de Gabriela Mistral aumentó, a lo menos un 40%, no cambió la visión fundamental que tenemos de ella; tal vez, sólo se farandulizó. Más de lo mismo. Ella se declara “criatura regionalista”; sueña, y se cumple su deseo: “no, mi tierra florida, mi pueblo humilde y bueno, mi doloroso terruño, dime que he de volver a ser muy tuya, que mis cansados huesos al polvo volverán, pero a tu seno”.

No hay duda de su inmenso amor por el Norte Infinito; que vivió y conservó sus raíces más profundas en todas sus acciones. Vivió contrariada con su valle, pero también con la sociedad; obviamente quería cambiarla. Por ello, apoyó a Sandino y a Martí. Ella nunca dejó de ser elquina; ella nunca dejó de trasmitir el ethos de su pueblo; creo que la clave de su universalidad está en su ser “proprio”, como el fruto del chañar. Es fácil argumentar o saber que es una hija legítima de Coquimbo. Resulta paradojal, que no se haya estudiado suficientemente las influencias en y desde este ser coquimbano en Coquimbo: en su esencia regional, en su ethos y en su producción estética regionalista. Frente a esta legión de “mamones” de Gabriela Mistral, que, en vez de aclarar, de educar y de ayudar al Patrimonio de la Región de Coquimbo, enmarañan como cloaca el pozo.

Cabe preguntarse: ¿cuáles son las influencias de los intelectuales del norte en Gabriela Mistral? ¿Cómo ha influido Gabriela Mistral en los escritores o en la literatura del norte? Indudablemente, su padre —el atacameño— la influenció. Ella dice: “soy india por mi padre”. Gerónimo Godoy le trasmite y le canta y le cuenta del folclor. Peta Alcayaga se encarga de endosarle la oralidad. Jotabeche le transfiere el relato popular, su conocimiento de La Serena, sus referencias de Chañarcillo y del primer ferrocarril. En ese período conoció la obra de Guillermo Matta y de Rosario Orrego. Fue influenciada enormemente por Pedro Pablo Figueroa y Carlos Soto Ayala. Llega a Antofagasta con la antología de Figueroa debajo del brazo y Soto Ayala la incluye en su “Parnaso Coquimbano”. Manuel Concha le cede la historia de los incas y, especialmente, de la piratería en el Pacífico y lo clerical en las “Tradiciones Serenenses”. En ese período, conoció la obra de Mercedes Marín del Solar. Tuvo gran dominio en ella Domingo Faustino Sarmiento.

Desde los Andes fue a verlo a Pocuro. “Facundo” y “Recuerdo de Provincia” hacen otro tanto. Ella dice que vivió escuchando huasos y cuyanos; ya que, además, uno de sus abuelos era argentino. Indudablemente, su apostolado educacional es sarmientano. Gabriela Mistral ha influido, absolutamente, en la literatura del norte; en escritores como Andrés Sabella, Mario Bahamonde, Fernando Binvignat y Benigno Ávalos, entre otros. Estos escritores han publicado obras dedicadas a Gabriela, donde resaltan su vecindad, como el caso de Mario Bahamonde que escribió: “Gabriela Mistral en Antofagasta, años de forja y valentía”. También, ha afectado a poetas más jóvenes, como el caso de Jorge Eduardo Zambra, que escribe un texto denominado “Gabriela en el Huasco”. Éste sostiene, temerariamente, que Gabriela habría nacido en el Alto Huasco, basándose en el nacimiento común del río Huasco y del río Elqui. Y aún más importante, es la preponderancia en su Generación (Naturalista); la más importante que ha surgido en Chile. Es patente su influencia en Julio Munizaga Ossandón, Víctor Domingo Silva, Manuel Magallanes Moure, María Isabel Peralta, Carlos Mondaca Cortés, etc. Incluso, hay una atribución evidente en la obra de Nicanor Parra y de Gonzalo Rojas. La especialista, Ana María Cuneo, señala, respecto a los predominios de Gabriela: “la Biblia y lo que escuchó del folclor de las viejas de su pueblo”. Resulta gravitante investigar, estudiar, contextualizar esto y no sólo por Gabriela Mistral, sino por dominar mejor la historia del arte y de la literatura de la Región de Coquimbo y del Norte Infinito. Aún más, es necesario, para potenciar mejor nuestro ethos y nuestro patrimonio intangible. Gabriela Mistral es sine qua non para conocer, reconocer, alimentar, y elevar nuestro patrimonio a nivel de universalidad.

El poeta Arturo Volantines señala respecto a Gabriela Mistral: “Desde hace mucho tiempo se ha desatado una lucha en torno al sentido de la obra y vida de Gabriela Mistral./ Los gabrielianos han tratado de imponer una idea de santidad y pureza; de la maestra que juega a las rondas con sus frutos a lo Peter Pan; de su prescindencia de lo social, político y de nula injerencia en la realidad; una mujer angelical o santa que está más allá de lo mundano y por sobre los dolores del pueblo latinoamericano. Generalmente, es una opinión sostenida muy de la oligarquía criolla, retrógrada y acentuada en el Gobierno cívico militar./ Los mistralianos, al revés, han tratado de convertirla en amazona, lesbiana; madre que no reconoce a su hijo y lo oculta; radical y violenta; justificadora de la guerrilla y de la Guerra del Pacífico; apologista de Martí y Sandino; odiosa de La Serena y de su hijo ilustre, Gabriel González Videla», agrega Volantines.

«Incluso, agrega el poeta, ahora, han querido convertirla en madrecita tutelar de la región de Coquimbo. El alcalde de Vicuña ha propuesto que la región pase a llevar su nombre./ Hay un mundo común entre estas dos posturas. Instrumentalizar a Gabriela Mistral; volverse “mamones” de esta mujer que sigue dando tributos y diezmos./ Fue odiada, aquí y allá; se le ninguneó. Se le usa para hacer desaparecer a los otros escritores de la región que ella tanto quiso, como Carlos Mondaca, Manuel Magallanes, Isabel Peralta, Víctor Domingo Silva, etc./ Se le negó la educación formal reiterativamente; se justifican con su rebeldía e, incluso, la ubican como ladrona. Ahora, se hizo una Ruta por la región, por donde ella trabajó, casi arrancando. Sólo falta que la traten de prostituta./ Ahora, las feministas y los homosexuales la están explotando como bandera. Los terroristas, como embajadora de la libertad. El gremio politicastro quiere ganar votos con ella. Dicen: tenemos una deuda con la insigne. Seguramente, a ella le hubiera gustado, que esos recursos y meriendas, que reciben sus apologistas, se los entreguen a los “piececitos azulosos”, o a los más pobres de su región, o simplemente a fomentar la cultura. En fin./ Gabriela Mistral fue una mujer sencilla, laboriosa, profunda; defendió a sus pares y vivió preocupada por ellos. Sus epístolas a sus colegas son profusas. Fue asociativa, generosa. Su obra es asombrosa, tanto en verso como en prosa; es una poeta importante de la literatura de Chile, como otros tantos: una en el bosque, ni más ni menos./ Amó a su región: El Norte Infinito. Hija de atacameño y de descendientes de cuyanos; creció entre las leyendas y tradiciones de este Norte. Por ello, valoró sus gestas, sus luchas; dio cuenta y le dolía nuestra tremenda pobreza material».

«Ella fue una “regionalista de mirada”; nunca se desligó de su norte, y algunos de sus versos más notables los hizo en este norte./ No es una diosa; fue humana y humanamente la admiramos. Siempre estuvo al lado de los que sufrían y eran abandonados por malos gobiernos, tanto aquí como en cualquier lugar de América./ Aporte bibliográfico, es el texto denominado: “Dirán que está en la gloria” de Grínor Rojo, donde rompe el cerrojo de los comentaristas tradicionales de Gabriela Mistral, y analiza temas más descarnados y verdaderos, como el erotismo, el ambiguo mensaje de las canciones de cuna, la religiosidad ortodoxa y alternativa, etc., entre las varias materias, que la poeta llama su “locura”. Otro aporte reciente, es la obra denominada: “Zapas y merodeos” de Walter Hoefler, en el cuerpo tres; donde se refiere a “Escolios mistralianos” y busca ir a “saberes vinculados al (re)pensar a Gabriela Mistral” y a un “nexo impreciso, soslayado, omitido, oscuro, de su biografía…”. Hoefler, además, comenta las preferencias canónicas de Mistral; lo que se denota en ésta, su localismo y generosidad./ Indudablemente, Gabriela Mistral no es “cactus de la montaña” ni “Yastay” sino una “criatura regional” con otros; antes de ella y después de ella”.

rr.pp. SALC

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