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Siempre apostemos por la vida.

Esta semana conocimos de hechos francamente lamentables tanto en el Hospital San José en la ciudad de Santiago como en el Hospital de la ciudad de Melipilla.

Por una parte se acusa a un médico del segundo recinto asistencial de haberse negado a atender en urgencia a un grupo de Carabineros con síntomas de Covid-19 y les dijera: “Yo no atiendo pacos”, “díganle a su superior que no mande más pacos, porque les va a pasar lo mismo”; de ser cierto este acontecimientos es gravísimo, no sólo porque se debe atender a toda persona que se presenta a un centro asistencial, sea civil, carabinero, judío, cristiano, musulmán, hombre, mujer, niño, adulto, etc. sin cuestionamiento alguno.

Como médicos tenemos no sólo la obligación legal, sino moral de prestar auxilio al enfermo. Sin lugar a dudas es un hecho que se debe investigar, pero sinceramente no creo que un grupo de Carabineros se dé el tiempo de calumniar porque sí a una persona, ¿que se obtiene de ello?, ¿cuál es el fin?… Lo que sí me parece muy “curioso” es la rápida reacción de la médico Izkia, al confrontársele con estos hechos pues en su red social Twitter posteó que: “He tomado contacto con el equipo de salud del Hospital de Melipilla quienes niegan acusaciones, Pido a autoridades, medios de comunicación y parlamentarios, tal como dijo el Ministro Dr. Paris esperar investigación y ser prudentes. A ninguna persona se le debe negar la atención”, pero en lo que respecta al hecho vandálico ocurrido en el Hospital San José en contra del Ministro no hubo ninguna pronunciación en la misma red social, salvo que la borrase, al momento que buscara la información para comparar reacciones.

Porqué digo que me parece curioso, porque por un lado indica que seamos prudentes y esperemos la investigación, lo cual suena lógico y sensato, pero por otro lado, cuando estamos frente a hechos indesmentibles pues existen fotografías y videos del ataque de personal del área de la salud (si bien no son médicos) al Ministro, ella como está tan preocupada de todos los funcionarios de la salud, podría haber mínimo llamado a la calma y a que en vez de estar “funando” a una persona, Ministro o no, se dedicaran a lo que se supone que es su “vocación” y obligación, pues mientras algunos se dedican a hacer activismo político en horas de trabajo como la señora del Hospital San José, con actos propios de matonaje de su parte, otros dejan la piel y el alma por sacar a los pacientes adelante.

Seamos más consecuente en la vida, pues si pedimos prudencia para un acto, ¿porque no para otro igual o peor?, sería horroroso de ser efectivo lo ocurrido en el Hospital de Melipilla. Si bien tras estas revelaciones, el Hospital emitió una declaración pública dentro de la cual dijo: “Lamentamos que en medio de la emergencia sanitaria y con el sistema colapsado se intente menoscabar el trabajo médico y más aún se pretenda utilizar mediáticamente”, para luego proseguir diciendo “Manifestamos todo nuestro apoyo a los colegas involucrados e incentivamos que se investiguen administrativamente los hechos denunciados, para que no solo se establezca la verdad, sino que también se apliquen las medidas administrativas correspondientes.”.

No deja de llamarme la atención, que primero se diga que se “intente menoscabar el trabajo médico y se pretenda utilizar mediáticamente”, pues en ninguna de las “denuncias” de este hecho que pude recabar, se habló del personal médico en general o de la Institución Hospital de Melipilla; sino de un individuo particular, con nombre y apellido, por lo que ese descargo suena casi como una defensa corporativa que se sustenta en eso más aún con otra parte de la declaración pública al decir que “incentivamos que se investiguen administrativamente los hechos denunciados, para que no solo se establezca la verdad, sino que también se apliquen las medidas administrativas correspondientes.”.

Entonces ¿en qué quedamos?, ¿se les denostó o no?, por un lado, respaldamos y nos sentimos ofendidos y mancillados pero por otro nos restamos, develando la típica actitud chaquetera de nuestra sociedad… Seamos más prudentes en el uso del lenguaje y siempre apostemos por la vida y al servicio publico sin mirar a quien acoger, atender y proteger.

Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl