Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él». ( Evangelio Marcos 1, 14-20-)
En este texto que nos presenta Marcos, Jesús a través de breves frases, nos va entregando una síntesis de su actividad y predicación. Es bueno poder enfatizarlas Se ha cumplido el plazo; ha terminado el tiempo de la espera de Israel y de los anuncios mesiánicos de los profetas. Dios interviene en la historia de los hombres con la presencia de la promesa que se hace realidad en Jesús.
Está cerca el Reino de Dios: si el tiempo se ha cumplido, significa que comienza a manifestarse de un modo nuevo la acción de Dios en este mundo. Es Dios que reina manifestando su soberanía en este mundo en la persona de Jesús.
Conviértanse: si Dios viene a reinar y ya está actuando definitivamente en este mundo, el llamado es acoger su presencia y cambiar el modo de ver la vida y todas las cosas.
Creed en el Evangelio: la conversión solo es posible para el que cree; es un don para el que cree que todo esto es Buena Nueva, que es la mejor noticia. Dios manifiesta gratuitamente su favor en Jesucristo y nos ofrece su perdón.
En este llamado y propuesta que Jesús de hacerlos pescadores de personas, como ellos mismos se han sentido pescados por Él, Este dicho se relaciona con el trabajo propio de los llamados, la pesca. También con la misión futura de colaborar en el anuncio del Reinado de Dios y suscitar ese mismo cambio y fe, junto con el seguimiento de Jesús, que ellos inician. Lo primero es la palabra que anuncia la Buena Nueva, y ella sola suscita ya la conversión y la fe, Estas son sus huellas fundamentales. El ser humano llega a serlo por la palabra, en el amplio y profundo sentido. Sobre todo por la palabra de promesa y esperanza que Dios le hace, por el dialogo de amor que entabla con Él. ¿Me siento llamado a llevar esta Palabra en medio de mi vida y mi entorno?
Hugo Ramírez Cordova.
