InicioActualidadCrónicaCarmen Gloria: la ovallina que recorre espacios públicos ofreciendo lecturas del Tarot

Carmen Gloria: la ovallina que recorre espacios públicos ofreciendo lecturas del Tarot

Hace cinco años que se desplaza por distintas partes del centro, ofreciendo el arte de la adivinación a los transeúntes que muchas veces, se dan unos minutos para saber que les depara el futuro o sencillamente para aclararse respecto a aciertas dudas.

Se acerca de forma discreta y ofrece la lectura del Tarot a dos mil pesos la pregunta personal, tres mil pesos el pronostico de dinero, salud y amor y a diez mil la lectura completa. Si la persona accede, saca su mazo de Tarot de Marsella, el cual revuelve calmadamente, para luego proceder a la lectura que suele ser extensa y precisa, para que el consultante quede un poco más resuelto respecto a sus inquietudes.

«Hace 5 años que leo el Tarot, lo comencé a hacer porque era una entrada extra para mi familia, ya que en ese momento mi hija tuvo una niñita y fue para poder ayudarla», explica Carmen Gloria, quien además añade, «yo antes hacía clases, hacía reemplazos a docentes, porque tengo varios cursos aunque no tengo el título, pero después no pude seguir con lo mismo, así que comencé a dar clases particulares de matemáticas y computación. Finalmente me decidí por leer el Tarot, algo que me había enseñado mi mamá… pero como ella tenía buena situación no tenía la necesidad de comercializarlo», comenta Carmen.

No obstante, a diferencia de muchos tarotistas Carmen prefiere ofrecerlo en la calle, ya que, como indica » el chileno promedio es bien cómodo, profiere lo que esta cerca de él,  por eso veo la suerte por la plaza, el Paseo Peatonal, la Alameda y también por la Feria, aunque eso no significa que no lo lea en mi casa o que haga lecturas a domicilio, porque tengo mi clientela».

Es así, como es posible hallarla en distintos puntos del centro de Ovalle acompañada de su cartera que en el interior contienen el mazo de cartas, que muchas veces son de gran guía para las personas, ya que, como  manifiesta que es una forma de ayuda.

«Yo quedé con una frustración al no poder seguir haciendo clases, donde sentía que estaba ayudando a los chiquillos al entregarles mi conocimiento. Pero esta es una compensación, el leer la suerte es una forma recíproca de ayuda a las personas, porque ellos me ayudan económicamente y yo las ayudo con mis consejos, pero que no son solo de mi, sino lo que sale en mis cartas. Por lo general la gente queda conforme, porque esto funciona, sino fuera así yo no leería las cartas, porque no tiene sentido engañar a las personas», concluye la tarotista.

 

OvalleHoy.cl