Los ovallinos estamos orgullosos de la belleza del remozado espejo de agua de la Alameda y muchos no pueden evitar la tentación de fotografiarlo, fotografiarse frente a él y compartir las imágenes con amigos de otras ciudades a través de internet.
Sin embargo revisando nuestros archivos, nos encontramos con unas simpáticas imágenes del caluroso verano del 2008 cuando, a falta de otra alternativa los niños se tomaron la piscina del espejo para bañarse.
Y constituía un curioso y simpático espectáculo ver a pequeños de distintas edades, ante la atenta mirada de sus padres desde las orillas, disfrutando de las aguas para capear las altas temperaturas y como una manera de recrearse y compartir con otros niños de su edad.
M.B.I.