Hoy lunes 14 de octubre, faltando pocos minutos para las cuatro de la tarde, dejó de existir la Tía Marta, tía de Rosa Miriam, mi esposa. Exactamente en la misma fecha en la que nos abandonó hace cinco años su hermana, Graciela Ibacache Rivera, mi suegra.
Esa vez escribí por mi suegra en el Facebook: “ Una mujer humilde, sabia como pocas, que crió ocho hijos como se debe, con mano firme y cariñosa a la vez. Y que me confió una de sus hijas cuando pocos confiaban en la perduración de esa relación.
Tristes por su partida, pero alegres de recordarla cada día por el amor que prodigó a mis hijas y nieta y los valores que alcanzó a entregarles a su manera tan especial, de “profesora jubilada”, como aseguraban sus hijas”.
En la misma fecha de su partida ahora nos deja otra mujer entrañable: Marta Estela Ibacache Rivera, la “Tía Martita”, como la conocíamos todos y como la conocía todo el pueblo de El Trapiche.
Ella había nacido el 28 de septiembre de 1926 . Justo el día de su cumpleaños 93 o en las horas posteriores enfermó para no recuperarse. Se fue apagando lentamente, en medio de la congoja de su enorme familia.
Y digo “Enorme” porque si bien ella no tuvo hijos, se preocupó de cuidar a una gran cantidad de sobrinos a los que acogió como si fueran suyos. Además de estar siempre preocupada de aquellos otros, como nosotros, que estábamos un poco más apartados y que igual supimos de ese enorme continente de amor que desbordaba por todos lados.
Ahora finalmente descansa en medio del dolor y la conformidad de quienes la quisieron.
Y para muchos no es una casualidad que esto hubiera ocurrido el mismo día que se fue su querida hermana Chela, un 14 de octubre de 2014.
“La Chelita la vino a buscar para estar nuevamente juntas”, dicen enjugando con conformidad las lágrimas. Es que se hace menos doloroso el saber que no estará sola en este tránsito a la otra vida. Una vida mejor.
Sus restos estarán desde hoy siendo velados en su domicilio de El Trapiche y sus funerales se realizarán en una fecha y hora aun sin confirmar.
Hasta pronto Tía Martita.
Mario Banic Illanes