Sr. Director: Percibo una falta de voluntad real y efectiva en el control del comercio callejero (mal llamado ambulante). Sabido de sobre manera es la proliferación de éste en nuestra ciudad y como dije en un artículo anterior “ha crecido de forma escandalosa”. Desgraciadamente, la “Autoridad” no está haciendo lo suficiente, ni actuando de forma eficiente para poder controlarlo.
El Señor ALCALDE manifiesta en su medio de comunicación (a propósito
de su reunión con locatarios del Mercado y la Feria Modelo).
Que: {“El del comercio
informal es un problema que afecta a todo el país y Ovalle no ha estado al
margen. Esta ha sido una situación muy complicada,
dijo, que en lo personal me ha traído algunos problemas, pero “lo que debe primar acá es que existen leyes
y normativas y debemos respetarlas, porque estamos en un estado de derecho…”}.
(OvalleHoy, agosto 02, 2019En: Crónica)
Bueno… la pregunta es: Porqué no ha hecho cumplir la ley y
las normativas. Por qué no busca las fórmulas para hacerlas respetar, si
estamos en un estado de derecho. Él
tiene la “autoridad” y la ley lo mandata para ello, o estaré yo equivocada?
Además, conocemos de sus reiterativas expresiones sobre su
decisión de no otorgar más permisos a nuevos comerciantes callejeros; y que los
que están, fueron otorgados por la administración anterior. El tema es… hasta
cuándo seguiremos escuchando lo mismo. Y cuándo la mencionada Autoridad buscará
fórmulas “reales” para resolver la situación.
Por otra parte, lo de los permisos “estancados”… hasta por
ahí no más, pues, cuando todos los comerciantes establecidos nos preparamos
para aprovechar las ventas en ocasiones especiales (Navidad y año nuevo, el día
de los enamorados, el día de la madre, el día del padre, el día del niño, el 18
de septiembre, Halloween, etc.), desafortunadamente e inconsecuentemente con el
discurso de “no más permisos”, aparece un montón de comerciantes informales
solicitando permisos para estas fechas, los que creo Yo, son habidos;
entregados por la autoridad; pues nuestras calles céntricas se trasforman en
una locura y un desorden “peor”, por lado y lado de las veredas, instalados con
toldos y mesas.
Hace bastante tiempo atrás, bastante, los locatarios del Sector Alameda,
junto a la firma de trabajadores dependientes de dichos locales y alrededores,
enviamos una carta formal, apoyada por la Junta de Vecinos de Ovalle Centro al
Sr. Alcalde y al Honorable Concejo Municipal.
La misiva comenzaba diciendo:
“Pertenecemos
a un conjunto no menor de comerciantes, microempresarios y profesionales
ovallinos, que ha sido testigo del progreso de nuestra ciudad. Hemos aportado
de diferentes maneras al desarrollo de la comuna; en especial, en nuestro caso,
en el sector aledaño a la Alameda de Ovalle. Actividad económica, que
independiente de la labor antes mencionada, nos permite llevar el sustento a
nuestro hogar, dar educación a nuestros hijos y contribuir con un considerable
número de puestos de trabajo, que benefician a numerosos Jefes y Jefas de Hogar
de nuestra querida comuna”.
Seguidamente decía: “Como debe ser de vuestro
conocimiento, requiere un importante esfuerzo solventar los gastos de una
pequeña y mediana empresa. El pago de servicios básicos, arriendos,
remuneraciones, leyes sociales, impuestos, por nombrar solo algunos gastos, son
compromisos de carácter ineludible, lo que hace de nuestro trabajo una
exigencia mayor. Asimismo, es conveniente recordar que vivimos sometidos a
estándares de fiscalización tributaria, higiene y seguridad, estándares que nos
esforzamos por cumplir y mantener día a día en cada uno de los establecimientos
comerciales de nuestro sector”.
Luego continuaba… “Frente a todas estas exigencias,
limitaciones y esfuerzos realizados, tanto nosotros como locatarios, nuestros
trabajadores, clientes y la comunidad en general y sin duda, Ustedes mismos,
han sido testigos privilegiados de como el “comercio ambulante” y el “comercio
estacionado” (NO establecido) ha
proliferado de manera sustancial en las calles del centro de nuestra ciudad. El
“comercio estacionado” principalmente, se ha convertido en un problema mayor,
ya que las personas que lo ejercen, se adueñan del espacio público,
perpetuándose con el pasar del tiempo, lo que hace aún más difícil su
erradicación. Dicho adueñamiento indebido del lugar que utilizan, se contrapone
diametralmente a lo expresado en el Art. Nº 589 del Código
Civil, donde señala que las calles, plazas, puentes y caminos, serán llamados
“bienes nacionales de uso público o bienes públicos”, cuyo uso pertenece a
todos los habitantes de la nación”.
Ya, en ese tiempo señalábamos en aquella carta que:
“Según encuestas de la Cámara de Comercio en conjunto con ADIMARK, las cifras
oficiales demostraban que el comercio ambulante estaba generando pérdidas por
NO PAGO DE IVA que llegaban a los 160 millones de dólares, cifras que sin duda
demuestran la seriedad del problema”.
A siete (7) años de su promesa de campaña de “erradicar
el comercio ambulante”, (compromiso reiterado en
su segundo periodo de campaña) el Sr. Rentería, lejos de mantenerlo, éste se ha disparado, más
aún con los inmigrantes que por demás, son utilizados por inescrupulosos para
la venta de productos que nadie se preocupa a ciencia cierta de su procedencia.
Y la Inspección del Trabajo… “duerme”, respecto de su labor fiscalizadora
de los trabajadores callejeros, pues es un secreto a voces que muchos de éstos
comerciantes mantienen trabajadores en sus comercios informales.
En
esa misiva, responsablemente hicimos sugerencias de posibles soluciones, tema
que abordaré en una próxima epístola.
Hago
un llamado a la Autoridad en general, a ejercer su labor fiscalizadora y a
buscar soluciones en conjunto y por cierto, un pronunciamiento de los Honorables Conejales, respecto de esta
delicada situación que se está desbordando.
Atte.
Cecilia Campusano.