El domingo mientras bajaba en un colectivo 18 en la plazoleta que está a la salida norte de la ciudad, donde supuestamente se ve una cabeza Tiara desde las alturas en un avión, me di cuenta de la instalación de unas letras gigantes de varios colores que dicen la palabra Ovalle con luminarias y todo. Me quedé pensando al respecto en los cambios que va teniendo la ciudad y claro, lo que diré responde a una opinión netamente personal y objetiva de la figura mencionada. Segundo, que esta opinión bajo toda perspectiva es con el máximo respeto y en pos de construir una ciudad mejor.
Me parece deprimente y obsoleto que se reciba con ese tipo de letreros volumétricos a los turistas o ciudadanos Ovallinos que transitan desde y hacia esta ciudad, porque denota una falta de creatividad que no nos hace merito. Ovalle ha sido un pueblo y posteriormente un híbrido de ciudad, que ha brindado excelentes artistas y artesanos al país, no son menores nuestros antecedentes históricos prehispánicos inclusive, que nos han hecho ser reconocidos a nivel nacional y mundial (cerámica Diaguita por ejemplo). Entonces, que no seamos capaces de generar propuestas artísticas que sorprendan al visitante, que dejen una buena impresión desde que ingresan a la ciudad resulta bastante mediocre.
No es posible que se gasten millones de pesos en propuestas tan básicas y ultra-copiadas de otras ciudades -malas copias por lo demás-. Me parece que denotan las malas gestiones que se han hecho en pos del crecimiento urbano y el desarrollo local. Además considerando la poca que se tiene, si se han invertido cientos de miles de millones de pesos en los últimos años (15- 20 años quizás menos) en la creación de nuevos espacios urbanos, edificaciones, plazas, parques, centros comerciales, etc. Se ha demostrado el nulo respeto por el casco histórico, el desarrollo arquitectónico, buen gusto y la estética local.
A partir de las letras pienso en todas las posibilidades que podrían haberse generado para que nuestros artistas propusieran una mejor presentación de la ciudad al visitante generándoles a estos un ingreso digno y una identidad local a la comunidad. Si para el crecimiento cultural de todos los ciudadanos ovallinos, se implementaran nuevas políticas que obliguen a crear en esos proyectos un aporte artístico o cultural donde se emplacen estas nuevas construcciones , ya sean murales, esculturas, instalaciones u otro tipo de manifestación artística que le entregue a la ciudad y sus ciudadanos un verdadero aporte a su transitar y su desarrollo cultural, un aporte significativo para el desarrollo artístico local, un aporte realista que asegure financiamiento bien remunerado para quienes ejecuten buenas obras de arte o simplemente un poquito de belleza por lo menos.
Aquí tomo la voz de los artistas Ovallinos que muchas veces deben emigrar en búsqueda de mejores posibilidades de desarrollo o de aquellos que deben dedicarse a otros oficios pues el trabajo de artista no le alcanza para mantener a sus familias. Sumado a que muchas veces se habla con patudez del rol de los artistas que no participan en actividades que se generan para “mejorar sus capacidades de gestión” por ejemplo.
Yo me pregunto ¿por qué un artista debiese hacer tanta gestión, si su obligación cultural es producir obra? por supuesto hay artistas que son excelentes gestores y me parece fantástico, pero a la vez no me parece que todos los artistas deban hacer ese proceso pues existen otras figuras que en teoría aparecen en el sistema artístico para hacer dichas gestiones y de esa manera facilitar la labor del artista que debe dedicarse a producir. Me refiero a los gestores culturales, que se institucionalizan para fomentar el arte y muchas veces, no siempre, pareciera que no tienen idea de arte. Hago un alcance a los gestores porque pienso que es ahí donde podría notarse su conocimiento sobre gestión artística, al generarle a los artistas nuevos espacios, nuevas posibilidades de remuneraciones dignas, nuevas ventanas para que sean reconocidos, permitiéndoles además dejar en la ciudad una riqueza cultural que nos haga ser reconocidos a nivel nacional nuevamente.
Quizás para muchos esté muy equivocado, pero me siento en la obligación de dar mi opinión por este medio pues veo que de a poco nuestra identidad se ha ido perdiendo producto de las ansias mercantiles de un sistema que homogeniza todo a su paso y nos hace creer que un grupo de letras donde se invirtieron millones de pesos, son lindas para la ciudad.
Julio Ibacache Ossandón
Artista Visual, Licenciado en Artes