Mujeres entrevistadas por OvalleHOY aseguran que lo que se perdió en Ovalle fue la confianza en la calidad de un servicio y que ese es un daño irrecuperable.
El SERNAC demandó colectivamente a Aguas del Valle, con el propósito de conseguir indemnizaciones que beneficien a los consumidores de la región de Coquimbo que se vieron perjudicados por un corte del servicio ocurrido los días 13 y 14 de julio de 2015 en La Serena y Ovalle, y que posteriormente se mantuvo con problemas de turbiedad por 10 días en esta última ciudad.
Con esta acción, el Servicio pretende que la justicia determine las compensaciones adecuadas para todos los consumidores que se vieron afectados, que en el caso de La Serena llegaron a 13.572 clientes, mientras que en Ovalle alcanzaron los 26.365 usuarios.
La institución tomó esta determinación, tras desechar la última propuesta de compensación de la empresa para los consumidores afectados en el marco de una mediación que buscó una solución extrajudicial, por considerarla insuficiente.
Hay que recordar que luego de una investigación, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), le aplicó a la empresa una multa de 950 UTA, unos 518 millones de pesos, por haber infringido el deber de garantizar la continuidad del servicio de distribución de agua potable.
DERECHOS DE LOS CONSUMIDORES
El Director Nacional del SERNAC, Ernesto Muñoz, explicó que los consumidores tienen derecho a un servicio de calidad que no se interrumpa injustificadamente.
En el caso del agua potable, sólo podría suspenderse por razones de fuerza mayor calificadas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), o debido a interrupciones, restricciones y racionamientos programados e imprescindibles para la prestación del servicio, los que deberán ser comunicados oportunamente al usuario.
Las empresas deben siempre comunicar a los consumidores en forma oportuna las medidas especiales a adoptar, si se viera afectada la calidad y/o continuidad de uno
o cualquiera de los servicios públicos sanitarios, en forma directa o a través de medios de comunicación masiva.
Esta iniciativa fue aplaudida por los diputados Matías Walker (DC) y Daniel Núñez, PC, quienes coincidieron que esta es la medida esperada por los consumidores.
“Los vecinos de La Serena y Ovalle ya están cansados por el mal servicio que entrega la empresa Aguas del Valle. Esto parece una historia sin fin . (…) Las empresas deben comprender que no pueden mantenerse con este espiral de abusos hacia los clientes”, puntualizó Núñez.
Matías Walker a su vez destacó de manera positiva “que el Sernac, recogiendo lo que solicitamos, presente esta demanda colectiva que tiene por objeto compensar de manera efectiva a miles de familias usuarias de Aguas del Valle, en Ovalle y en la ciudad de La Serena, por los cortes y por los 13 días que, en el caso de la capital del Limarí, el agua no cumplió con las normas sanitaria”.
“Lo dijimos la semana pasada al comentar las conclusiones de la Comisión Investigadora, había pasado demasiado tiempo entre el inicio de la instancia de mediación colectiva y esta decisión. Tenía que tomarse una decisión por parte de Aguas del Valle y claramente la propuesta de la empresa fue absolutamente insuficiente”, agregó.
LA CONFIANZA ES COMO LA VIRGINIDAD
Tres dueñas de casa con las que conversamos en el centro de Ovalle si bien también aplaudieron la iniciativa, sin embargo se manifestaron escépticos en cuanto a su validez.
“A lo mejor sirve para que Aguas del Valle tenga más cuidado para que no se vuelva a producir otra vez, pero yo creo que ya el mal está hecho. Ya la confianza en el servicio no es el mismo de antes. Nosotras vamos a seguir gastando plata para hervir el agua o comprando agua envasada. ¿Y quién nos devuelve eso, ah? Porque yo no vuelvo a tomar agua directo de la llave”, nos dice Lidia Cortés, dueña de casa del sector Pacífico – Yungay que recuerda las filas en el camión aljibe para abastecerse de agua el año pasado.
Por su parte Estela Ramos Ramos, que espera colectivo para la población Limarí, coincide con la anterior opinión. “Desde que pasó eso del agua contaminada en la casa compramos dos o tres bidones de agua a los furgones, y ahí se nos van como ocho mil pesos a la semana, sume usted cuanto sale. Y eso se le agrega a los veinticinco o treinta mil pesos que nos cobra Aguas del Valle todos los meses. No sé en qué va a consistir la compensación que quiere dar ni a quienes va a beneficiar, pero nunca va a compensar todo el costo que tiene esto para las familias”, dice.
Romina (“así como la cantante”, dice riendo) González, que tiene un pequeño puesto en la calle en el señor Oriente de Ovalle dice alegrarse con la ayuda que pueda llegar por la compensación que tendría que entregar Aguas del Valle a los usuarios. “Pero igual una va a tener que seguir hirviendo el agua nomás, porque el agua en la casa la usamos solo para el baño y lavar los platos, pero ni por nada para los niños. En eso se nos va al menos un balón de gas al mes, por lo bajo. Porque ya no tenemos confianza en la calidad del agua. La confianza es como la virginidad, que cuando se va, se va nomas”, agrega volviendo a reír a carcajadas.
Y sus vecinas en la calle ríen con ella celebrando la opinión, aunque saben que el tema no es para la risa.