Quien gobierna un país necesita liderazgo, lo que es muy distinto a la popularidad ganada por un atributo en especial, el que se puede esfumar por cualquier motivo.
Liderar implica guiar, imponer con porfiada persuasión la visión de un destino mejor para quienes les han confiado su conducción; la habilidad de comunicación y el manejo en equipo; la condición ética y moral que lo hace creíble y confiable, otorgándole ese halo de respetabilidad distante con quienes deben seguirle. Sin liderazgo, al faltar alguna de las tres cualidades de un líder gobernante, la democracia pasa a ser una pobre democracia. La visión del líder es fundamental. A través de los tiempos, han surgido falsos liberes que, al realizar reformas estructurales con visiones equivocadas, han llevado a los pueblos a la ruina y al hambre. Igual, sin ética y moral, el liderazgo se pierde; como ejemplo: las actuales diputadas PC, exdirigentes estudiantiles, que por posiciones ideológicas más que gremiales y realistas, han perdido el liderazgo por falta de congruencia entre lo que dicen y la actuación de su monolítica y dogmática tienda política.
Nos hemos acostumbrado a ser conducidos por políticos que sólo son portavoces de la gritería, anónima, irresponsable de la calle, sin visualizar lo que el país necesita con una estrategia a donde dirigirse fijando las prioridades. Como enseña el Quijote…“la mucha cercanía engendra el menosprecio”. El líder no tiene derecho a la vacilación y su mayor virtud…es el acierto constante. Los errores repetidos cercenan la confianza y al sentirlo cercano, sin la virtud que lo distinga cae confundiéndose con el rebaño de sus conducidos.
La relación gobernantes y gobernados, se ve dañada porque las elites políticas están más preocupadas de tener el poder para construir redes de apoyo en la administración pública, por intereses particulares, de grupos y partidos. Igual, los líderes se dejan llevar por soluciones cortoplacistas y populistas; con ello, la administración de los estados se debilita, cae en contradicciones, crea incertidumbre y un ambiente poco propicio para el emprendimiento y el desarrollo. Las políticas de cambio de NM, han alejado la inversión, al crear un clima adverso a los emprendedores privados. Han estimulado el crecimiento del Estado que representa sólo el 20 % de las actividades de la nación; esto en desmedro de los privados que son el motor del progreso, los denostan a pesar que crean la mayor parte del empleo y aportan en mayor porcentaje del producto. En especial, lo han manifestado en la última reforma tributaria, al comunicar sus ventajas y que no afectaría a las Pymes y a los medianos y pequeños, pero el resultado ha sido más grave, fuera de desinformar han creado un clima confuso y sombrío, con disminución de las expectativas al generar desconfianza en los emprendedores y consumidores. A tal punto, que estamos cayendo como a una verdadera zanja sombría, sin reconocer la torpeza del camino elegido echándole la culpa al empedrado… al gobierno anterior, sin reconocer las culpas propias; cuando el mismo Banco Central, entidad autónoma, había pronosticado para este año de un 4 al 5%, de crecimiento, cuando en el presente estima un 1,75 a 2%. Con las otras reformas en desarrollo, la educacional, laboral, código de aguas, la reforma a la Constitución que pretende impulsar, se observa un clima más enrarecido.
La falta de liderazgo, se nota en la desesperanza de los gobernados, por el miedo a perder el empleo y la calidad de vida. Para revertir esta situación, se debería realizar un cambio de timón, reconocer los errores, como el que no se pueden ejecutar cambios estructurales, usando maquinarias pesadas y sin el consenso necesario a pesar que la mayoría quieren efectuar; es el caso de reforma educacional y su financiamiento. Hablar con la verdad es fundamental para ser creíbles, pues, una sociedad democrática, no se gobierna usando la desinformación; igual despreocuparse de la política, usando la politiquería mezquina de corto plazo y continuar con las monsergas que sólo nos dividen…tal como ocurrió en el pasado.
La inversión en empresas del Estado y su estructura administrativa, serían buenas si estuvieran bien encaminadas, si tendieran a mejorar su transparencia, la eficacia y eficiencia; lo que es muy loable, porque su misión es muy importante. Entre varios, deben controlar los abusos y aplicar las leyes que benefician a la comunidad, pero se ve poca aplicación en realizar reformas para mejorar su accionar.
Se dice que, en relación a los modelos de desarrollo que existen, básicamente, son dos modelos: el socialista y el de libre mercado. Luego, ante el fracaso del primero, surgió la social-democracia que toma lo mejor de ambos. Otros agregan que, hay un modelo distinto… el de Argentina, nacionalista de izquierda, con una buena dosis de populismo y apernamiento en el poder. En definitiva, este último, no es ninguno de los tres modelos nombrados, porque además mezcla la corruptela y la irresponsabilidad fiscal. Una formula destructiva para cualquier nación; como también lo es cualquiera democracia que, arribada al poder por las urnas, al restringir las libertades, se transforma enseguida…en una dictadura.
Igualmente, para construir una democracia sustentable, depende que los gobiernos den información transparente. En el caso de la reforma tributaria y educacional, ha ocurrido lo contrario, pues traen demasiados errores que van en contra del progreso y los objetivos anunciados. Esto ocurrió por pasiones ideológicas, más que por motivos técnicos y racionales. Muestra de ello, es que la primera reforma, supuestamente, no afectaría a las Pymes y la clase media; pero hemos visto, se le tuvieron que realizar más de 200 indicaciones para dejarla menos mala que la original y, con el ruido que provocó, la economía se desaceleró. En la reforma educacional partió equivocada en sus prioridades. Ahí se reflejaron las inconsistencias del programa, se mostró que la verdad absoluta y no transable originada de la los eslóganes de la calle, no era la más adecuada. No consideraron que detrás de ellas, existen grupos anarquistas antisistema, de los que creen en que el Estado lo soluciona todo, pero que en el fondo, sólo andan tras la mamadera que los nutra y les de poder. Esto es preocupante, porque el Estado, no es el más diligente, la corrupción se anida con más facilidad y se dilapidan recursos que deberían ir a los más necesitados, a la salud y la educación. De esa manera, cuando se habla en el programa, de educación pública de calidad, no es creíble para la mayoría de los ciudadanos, pues la actual educación pública, es proveída por las municipalidades que son, igualmente, instituciones públicas, porque es el Estado el que asigna “las platas y las reglas del juego…la música en este tema educacional”.
Muestra de las incongruencias del liderazgo de nuestros gobernantes es que, en esta zona afectada por la sequía, no se han tomado medidas efectivas y rápidas para paliar en parte el desastre productivo y social causado por varios años de sequedad la que, año a año, se ha ido agravando. Al contrario, los quieren esquilmar, a los productores pisqueros, se le están aplicando mayores impuestos a pesar de la calamidad. Además, a los agrupados en las cooperativas, a las pocas que quedan, se les están restando beneficios impositivos que tienen estas sociedades por más de 70 años, girando impuestos retroactivos por nuevas interpretaciones de funcionarios que no conocen la realidad; esto es porque, supuestamente, son evasores de impuestos. Aunque en su historia, las cooperativas pisqueras y vineras, terminaron con el clandestinaje de los vinos y alcoholes; han aportado al progreso, pagando religiosamente los impuestos y contribuyendo a disminuir la desigualdad, al haber una defensa y no discriminación, al igualar los derechos de los asociados con un socio un voto. Han sido un remanso de solidaridad entre pequeños y medianos productores, en medio de la concentración de la riqueza en unas pocas manos.
Incluso, para mayores males, las nuevas medidas impositivas, castigan el emprendimiento, al considerar, como operaciones con terceros sujetas al impuesto de la renta, en el caso que el producto principal elaborado con la uva de sus asociados supere el 50% del valor del producto. Esto ocurre, cuando es un producto de mayor sofisticación, tiene un mayor costo por su mayor tecnología e insumos especiales empleados en su elaboración. No ocurre el aumento del impuesto, en el caso de los productos de mala calidad, curiosamente, como un premio a la ineficiencia. Es un contrasentido perverso para los emprendedores, el crecimiento de la industria agroalimentaria que dicen que quieren desarrollar. La tónica de la reforma tributaria es la improvisación y falta de consecuencia.
Parece que la solidaridad se termina cuando hay que tratar de estrujar a los productores pequeños y medianos… a cualquier costo aumentando la desigualdad. En este caso, incluso, en contra de sus principios ideológicos sociales que inspiran al conglomerado gobernante.
La democracia sin liderazgo, es una democracia sin alma… es presa fácil del populismo. Por su parte, en los gobernados, el atraso, la ignorancia, el analfabetismo, el semi-alfabetismo al no entender lo que leen; el conformismo, la indiferencia, la falta de compromiso social y la escasa participación política… todo esto no ayuda a la democracia y favorece el populismo. Esto es preocupante, si sólo nos interesa salvar nuestro pellejo sin chistar… y nos transformamos en egoístas si no miramos el costo de nuestro ascenso, pues muchas veces, pisoteando a los otros para surgir o tomar el poder… con el cueste lo que cueste; a la larga, arruinamos nuestra calidad de vida. Parecer ser la tónica de los tiempos presentes.
Cuando los impuestos son abusivos y mal diseñados, puede venir la contra reforma, como ha ocurrido muchas veces en la historia…y los abusos han sido revertidos con revueltas.
El Buen Pastor…El Buen Líder.
Un buen pastor, al igual que un líder, debe conocer a sus ovejas… y ellas lo conocen por su silbido y llamado. Trata de llevar a su rebaño a los mejores pastos y a los abrevaderos más cristalinos y no contaminados. Incluso, se sacrifica por su piño a costa de su vida. Se preocupa, especialmente, de los animales débiles, enfermos y teme a los depredadores. Un buen pastor escoge los mejores caminos, aunque sean más largos pero más seguros, para llegar a un buen destino…todos sanos a salvos y felices.
Para elegir apropiadamente a nuestros líderes debemos considerar esta pequeña reseña: “El Buen Pastor…El Buen Líder.
Rodrigo Carmona Castex
Ovalle, Septiembre del 2014