Sergio Cortés Beltrán, fue distinguido con el premio al primer lugar al rendimiento académico de todos los alumnos de los Magister en Derecho que se graduaron el año 2013 en la Facultad de Derecho de la Chile. Recibió el reconocimiento de manos  la Directora del Departamento de Derecho Privado,  Maricruz Gómez de la Torre.

El siguiente es el texto del discurso pronunciado por el homenajeado durante la ceremonia :

Los estudios de Magíster que emprendí me otorgaron nuevas herramientas y conocimientos, me abrieron las puertas a trabajos y estudios en el extranjero, me introdujeron a la docencia y la actividad académica en esta Facultad, y me llevaron a dedicarme, aunque sea a tiempo parcial, a la investigación y, de sopetón, al aprendizaje de un nuevo oficio, el periodismo.

En cuanto a los conocimientos aprendidos en el curso del Magister, debo indicar que el Magister que cursé es organizado por la Escuela de Postgrado de la Facultad en conjunto con el WCL de American University (EEUU) y se centra en el Derecho de los Estados Unidos y en el de los Contratos desde una perspectiva comparada e internacional.

En cuanto al Derecho de los EEUU debo decir que me permitió interiorizarme sobre los entresijos de dicho Derecho: el manejo de sus fuentes, sus técnicas de interpretación, la manera en que piensan sus jueces y sus abogados, el control ético de los mismos, el papel que juega su Constitución, las peculiares características de su sistema federal en la distribución de competencias entre los Estados y la Unión, los múltiples conflictos de leyes que surgen de estas relaciones, entre otros. Pero sobre todo, lo que más disfruté fue el análisis de casos jurisprudenciales. Particularmente, en materia de negocios. Cuantos problemas nos ahorraríamos en Chile si pusiéramos mayor atención en las soluciones de los estadounidenses en materia de libre competencia, protección al consumidor, en el derecho de sociedades, en el mercado de capitales y otros. Las soluciones están ahí en sus fallos y desde hace largo tiempo.

En cuanto al Derecho de los Contratos Internacionales, analizamos la regulación de los mismos, los sistemas de solución de controversias y arbitraje, variados estatutos de Inversión Extranjera, la regulación internacional de la propiedad intelectual e industrial y su incorporación al derecho chileno, y la estructura y funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio –OMC- y de los Tratados de Libre Comercio. El aprendizaje de estas materias me permitió detectar ciertas inadvertencias en el proceso de inserción internacional de Chile, basado solo en las relaciones económicas. El sistema de la OMC y los tratados de Libre Comercio reducen de manera significativa ciertos espacios de decisión política sobre temas importantes para el desarrollo del país. Donde esto se nota más es en los temas de propiedad intelectual, pero también está presente en otros. Les doy solo un ejemplo, la famosa ley Monsanto, que es como se conoce popularmente al Convenio UPOV del año 1991. Chile en el TLC con los EEUU (2002) se obligó a ratificar dicho convenio. De esta forma, Chile está incumpliendo el TLC al no ratificar dicho convenio por razones políticas internas. Acaso no sostiene Chile en otros foros que es política de Estado cumplir con los pactos internacionales.

Decía, también, que este magister me abrió las puertas para trabajos y estudios en el extranjero. Ello se debe a que me demoré en hacer la tesis (esto es solo mi responsabilidad,), así que entre medio, realicé una pasantía en el Parlamento Europeo en Luxemburgo y obtuve además un Master en Derecho Europeo e Internacional en la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica. Esta experiencia me permitió darme cuenta del milagro que es, y sigue siendo, aunque con dificultades, la Unión Europea y su proceso de integración. La gran asignatura pendiente por estos pagos.

La construcción europea requirió de liderazgo político, pero también de aproximaciones realistas -sin consignas-, de cesiones efectivas de soberanía, de gradualidad en su aplicación, y de creación de confianzas. Y de dos titanes en sus inicios, el productor francés de cognac Jean Monnet –sin estudios formales, acusado de espia y condenado a muerte en la Francia Vichy- y el soldado alemán en la primera guerra mundial y francés en la segunda Robert Schuman.

De mi estadía europea saqué una lección muy importante también. Las ideas son medios al servicio de los hombres y no fines en sí mismos. No sé porque esta epifanía la tuve en Berlín mirando las ruinas de una iglesia destruida en 1945 y luego mirando los restos del muro caído hace casi exactos 25 años. Son cosa seria las ideologías y sus dogmas.

El magister me introdujo también en la docencia y en la actividad académica de esta Facultad. Hago clases de pre y postgrado en las materias de mi especialidad. Converso con mis estudiantes de los temas que sucintamente les he expuesto hasta ahora y la enseñanza me ha dado grandes satisfacciones y alegrías y he tenido que estudiar bastante, por supuesto. Enseño con dilección y me he confirmado a mi mismo aquel aserto de Joseph Joubert de que enseñar es aprender dos veces.

De sopetón, mi dedicación a la investigación a tiempo parcial, ha derivado hacia el noble y siempre necesario oficio del periodismo. Nunca está demás el aprendizaje de nuevos oficios. La vida es una caja de sorpresas y más todavía en este rincón del mundo, inestable tectónica y políticamente. Digo esto, porque soy jefe de redacción de Realidad y Perspectivas, revista especializada en política exterior, que el mes pasado ya ha cumplido tres años, donde junto con su director, profesor José Rodríguez Elizondo, y un grupo de abogados noveles y de estudiantes recién egresados de la Facultad de Derecho de la universidad de Chile, analizamos mes a mes la coyuntura internacional. En nuestros análisis siempre tenemos en cuenta lo que decía Ben Bradlee, director del Washington Post para el escándalo de Watergate, que “la verdad es la mejor arma de defensa y el humor el medio más inteligente para sobrevivir”.

Por ello, estudiar este Magister y en esta casa de estudios fue un hecho que cambió mi vida de forma cualitativa y para mejor. De ello, no tengo dudas.

Termino agradeciendo. A mi familia por todo su apoyo en los proyectos que he emprendido. Particularmente a mi padre, por enseñarme siempre con el ejemplo; a mi madre que, para que tuviera disciplina aplicó conmigo ese método alternativo de aprendizaje de “la letra con sangre entra”. Agradezco, también, a los curas del colegio donde estudié;  a los directores del programa decanos Roberto Nahum y Claudio Grossman; a las coordinadoras del programa Macarena Saez y Elina Mereminskaya; a los compañeros y profesores del Magister; a la profesora guía de mi tesis Valeria Taborga; a la profesora Maricruz Gómez de la Torre, por su invitación a incorporarme en el equipo de la Escuela de Postgrado; a mis colegas de la Escuela de Postgrado; al equipo de “Realidad y Perspectivas” y en particular a su director, profesor Rodriguez Elizondo, por enseñarme un nuevo oficio; y agradezco a los amigos y amigas por ser como son.

Este esfuerzo es fruto de muchas personas. Todos y todas, que lo sepan, son para mí, como indica el novelista Richard Ford, “a piece of my heart”. Muchas gracias.

Sergio Cortés Beltrán