Las preocupantes cifras de contagios – nuevos y activos – de los últimos días en la comuna de Ovalle llaman a preguntarse: ¿Qué se está haciendo mal? O, mejor aún, ¿Qué ESTAMOS haciendo mal?.
Porque no se trata sólo de endosar la responsabilidad a las autoridades sanitarias y al Gobierno de lo que está ocurriendo, aunque hay decisiones que estos han adoptado en los últimos días que sin duda merecerían reparos hasta de una persona sin una formación profesional o científica. Solo sería suficiente el sentido común.
Por ejemplo: la instauración del denominado “Pase de Movilidad” que es un certificado que permite a una persona que haya completado su proceso de vacunación contra el Covid el libre desplazamiento en comunas en Cuarentena y Transición , y los viajes interregionales en comunas que estén al menos en Fase 2.
A nivel local , otro ejemplo, nadie entendió la decisión del ascenso de Ovalle a Fase 3 del Paso a Paso del lunes 17 de mayo, en los momentos en que la comuna mostraba preocupantes cifras de contagios : 35 contagios nuevos y 168 activos.
El día en que comenzó a operar la nueva fase titulamos en OvalleHOY: “Ovallinos debutaron en fase de Preparación volcándose a las calles”.
Dieciséis días más tarde el mismo informe reportaba en nuestra ciudad 70 casos nuevos, superando a ciudades como La Serena y Coquimbo que casi nos doblan en población, y 216 casos activos.
¿Es esto consecuencia directa de esta medida incomprensible? ¿Quién toma estas decisiones, con qué criterios científicos y de sentido común?, son las preguntas que se repiten en las calles.
Aunque, para ser sinceros, tampoco podemos endosarle toda la responsabilidad a las autoridades .
También somos responsables nosotros, los que en estos días de tanta preocupación, tanta angustia, tanta incertidumbre, salimos a las calle sin justificación.
Porque uno entiende a aquellas personas que salen para trabajar, o lo hacen una o dos veces a la semana con el propósito de proveerse de los insumos necesarios para la alimentación de la familia. Sin embargo la mayoría de ellos solo lo hace porque se “ahogan” en el encierro de sus hogares y echan de menos el reunirse con los amigos en el café, en la plaza, detenerse a charlar en una esquina, entrar a un negocio a comprar una nueva tenida, etc. Es decir la antigua “normalidad”.
Por otra parte no menos responsabilidad les cabe a los dueños de grandes negocios que autorizan el ingreso de gran cantidad de clientes a sus locales, los que una vez hechas sus compras, se amontonan en las filas en las cajas para el pago de la mercadería, sin adoptar medidas mínimas para evitarlo.
Es responsabilidad también de las autoridades municipales que permiten el funcionamiento indiscriminado de comercio ambulante, no respetando los espacio mínimos dispuestos para esta actividad, estrechando las aceras e impidiendo el libre tránsito peatonal. Es responsabilidad también de aquellas personas que, como una especie de «trombo» o coagulo, se detienen para comprar, interrumpiendo aun mas la circulación de personas .
En fin, todos de alguna manera somos responsables de algo.
De manera que no debería extrañarnos que atendiendo estas cifras de contagios, Ovalle aparezca en los próximos días con un confinamiento total y tengamos que conformarnos con mirar por la ventana como la vida pasa ante nuestros ojos.
Y la cosa es sin chistar.
M.B.I