Amigos, amigas. Ud. saben, que pueden contar, ni poco ni mucho, sino siempre pueden contar conmigo.
Si alguna vez advierten que los miro a los ojos, y una veta de locura reconocen en los míos, no alisten sus fusiles, no piensen: ¡Que delirio!
Porque a pesar de la veta, o tal vez porque existe: Uds. pueden contar conmigo.
Si otra vez me encuentran alegre y carcajeante, piensen que ese día, también pueden contar conmigo.
O, si una lagrima observan, se me escapa sin brillo no se asusten amigos, amigas.
Mas que nunca pueden contar conmigo.
Si en ocasiones me hallan cansado sin motivo, no piensen: Que flojera.
Igual pueden contar conmigo.
Pero, hagamos un trato: Yo quisiera contar con ustedes.
Es tan lindo saber que existen…
Y cuando digo contar, no pido ni poco, ni mucho, ni tampoco que acudan presurosos(as) en mi auxilio.
Si no lo que quiero es saber a ciencia cierta que ustedes están seguros(as) que pueden contar conmigo.
( Adaptación de un poema de Mario Benedetti)
Este
texto que marca de verdad el sentido de la amistad esa que vamos construyendo a
lo largo de los años con tantas personas que han sido parte importante en la
construcción de la vida.
La
amistad es sustentó de la gratuidad que se va entregando y recibiendo en las
cuales se han formando lazos tan fuertes que han sido difíciles de romper es
tanta la confianza que se han depositado de forma recíproca que en el correr de los años; esas personas con
las cuales vivimos situaciones de alegrías, tristezas, enfermedades, dolores,
han sido permanente compañía para superar las dificultades y nos brinda su mano
para volver a levantarnos o en otros casos han sido nuestro paño de lagrima o
en algunas ocasiones nos ayudan financieramente para salir a flote sin esperar
nada a cambio, sino haciéndose presente muchas veces en silencio y en mi caso
sale a la luz.
No
se si será porque siento que estoy envejeciendo y quiero expresar mi gratitud
ya que uno no sabe cuánto a de vivir y es bueno reconocer estos gestos de
nobleza que hacen valorar la amistad, hoy en que estamos en una situación de
encierro salen sin pensar estos recuerdos tan invaluables; es tan bonito tener
ese espacio para poder recrear en nuestros pensamientos situaciones de la niñez
con esos amigos y amigas con las cuales compartimos tantos juegos, ilusiones,
sueños en las que pasábamos horas y horas construyendo nuestra vida futura.
Esas
interminables pichangas, esas idas al rio, esos viajes al campo tantos hermosos
recuerdos, tantos rostros que son difíciles de borrar aunque con muchos no
seguimos ya que dejé de vivir en Ovalle pero con algunos seguimos creando
vínculos que hasta el día de hoy mantenemos aunque estemos separados por
kilómetros, siempre que voy a esa hermosa ciudad me hago el tiempo de recorrer
esas calles en que ya algunas casas no están, han sido destruidas por el
tiempo, pero siguen tan vigentes en mi mente, esa plaza, esa alameda y esa
calle Independencia con Tamaya , el callejón de la Chimba, Vicuña Mackenna,
Tangue brotan siempre sobre mi rostro lágrimas de agradecimiento y felicidad.
Ya
en Santiago también encontré amigos y amigas con las cuales viví tantas
situaciones que fueron marcando mi vida y forjando ideales con los cuales me
fui fortaleciendo dándole un sentido a mi vida, no puedo dejar de recordar
tantos barrios que fueron parte de mi crecimiento el barrio Yungay, Aldunate
donde compartí con primos y tantos hermosos recuerdos, pero luego donde he
vivido una parte importante de mi vida donde forje tantos amigos y amigas con
los cuales vivimos hermosas experiencias de aprendizaje, nos tocó una parte
dura de la vida que nos tronco esos ideales por lograr una mayor justicia e
igualdad donde muchas veces corrimos grandes peligros no quiero describirlos (eso
es para otro escrito) sino detenerme en la amistad que ha sido inquebrantable a
lo largo de los años es mi amigo, compadre con el cual seguimos cultivando
hasta el día de hoy; pero también hay otros que siguen siendo parte del
recuerdo y de mi vida; amigos y amigas en nuestra vida matrimonial de los
cuales hemos sacado enseñanza para crecer; en esta vida de fe también he
encontrado amigos y amigas que han ayudado a enseñarme el valor del servicio
ministerial entre los más pobres, llevando la Palabra, el consuelo, la
humildad, la solidaridad, la fraternidad y el amor misericordioso de Dios.
Otros
que he ido encontrando en el trabajo con los cuales también he forjado lazos
fuertes, los cuales me han acompañado en todo estos momentos que hemos pasado
como familia de enfermedad, hay una persona que quiero agradecer en forma
especial la cual siempre ha estado presente con una palabra, con su compromiso
de amistad y ha sido parte de nuestra vida de familia. Ella al leer este
escrito sabrá a quien me refiero.
Pero
me siento bendecido por Dios por haber puesto a tantos amigos y amigas en mi vida de las cuales solo queda el
agradecimiento porque están, estarán siempre en mi vida ya que sin ellos no
sería lo que soy como persona, padre, abuelo, amigo.
Hugo Ramírez Cordova.