Señor Director: Frente a la interrogante que deja al final de la nota publicada el día 7 de mayo pasado… “[El operativo que dejó instalada la polémica hoy en calle Benavente” . Al final dice… [La opinión pública está dividida: ¿Es el momento para hacer estos operativos? ¿Están cooperando los comerciantes ambulantes con la campaña contra el coronavirus?]
Bueno… si no es ahora… cuándo? Llevamos años en lo mismo. Y
si están cooperando con la prevención del coronavirus… claramente NO´. Si fuese así no estarían las calles Libertad, Benavente,
Ariztía Poniente, alameda y paseo peatonal colmados por estos comerciantes
callejeros y que por lo demás, la gran mayoría no cuenta con ningún tipo de
permiso.
Como en todo orden de
acciones, siempre habrá opiniones en favor y en contra; el tema es: Cuán
informadas están esas personas para emitir sus opiniones, cuán sesgada o
neutral es su posición frente al tema y si somos capaces de entender que en
situaciones como éstas hay muchos más involucrados que también se ven afectados
por las acciones de unos pocos que desafortunadamente siempre logran quedar
como “víctimas”, por favor, no es mi intención ofender a nadie, pero
reflexionemos sobre las actitudes que toman muchos de ellos cuando son
fiscalizados.
Si partimos de la base,
según la RAE, “Ambulante”: Es el que va de un lugar a otro sin tener asiento
fijo”, entonces no estamos hablando de comerciantes ambulantes, estamos
hablando de “comerciantes callejeros” que se apoderan de las calles y se
instalan en ellas y si la Autoridad no realiza su tarea fiscalizadora, estas
personas se van “perpetuando” en el tiempo y luego se creen dueños de esos
espacios públicos que pertenecen a todos.
Bueno sería, que las
personas que opinan se interiorizaran un poco más, entonces se darían cuenta
que en aquellos comerciantes callejeros, hay un sin número de ellos que se
aprovecha de cualquier circunstancia para desarrollar esta actividad fuera de
toda legalidad; y que muchos de ellos además, cuentan con vehículos 4 x 4,
doble cabina, furgones y algunos cambian el auto de color según la ocasión y lo
más grave, hay varios que tienen “trabajadores callejeros” para desarrollar su
actividad lucrativa y que luego de terminada la jornada pasan a retirar la
mercadería sobrante que no se vendió en el día; sin considerar además que el
comercio callejero es el inductor para la venta de productos de dudoso origen;
demás está decir, las consecuencias anexas como la delincuencia que se mimetiza
en estos grupos.
Y de los comerciantes “ambulantes” que hoy cuentan
con permiso municipal para desarrollar esta actividad, hay varios de ellos
que de “precariedad”… no tienen nada, pero si sólo basta con ver la enorme
cantidad de mercaderías que disponen para la venta. Puestos de trabajo que
deberían ser utilizados por personas que de verdad lo necesitan; que viven
realmente en situación de “precariedad”, pero esas personas no cuentan con
dinero para comprar mercaderías y mucho menos saben de las “picá” que hay en la
capital para comprar los productos. Esa es una realidad, les guste o no a
algunos mi punto de vista sobre el tema.
Ahora… los locatarios que
debemos cumplir un sin número de exigencias legales, además de los compromisos
ineludibles que conlleva mantener un negocio establecido (lo hemos dicho en
otras oportunidades), tenemos que lidiar con un comercio absolutamente desleal,
que vende a precio de huevo y que no hay forma de competir, pues lo único que
les falta es que llegue un peluquero y ponga un sillón en la calle. No me parece… “LEY PAREJA NO ES DURA”. O
rompamos “todos” las reglas y ocupamos los espacios públicos que están fuera de
nuestros locales comerciales y pongamos ahí nuestras mercaderías. Por favor… no
estoy hablando de las grandes tiendas, ni de los conglomerados económicos,
estoy hablando de cientos de comerciantes pequeños que le damos vida a esta
ciudad y que luchamos todos los días para mantenernos en pie, muchos de los
cuales tienen trabajadores que son el único sustento de sus familias.
Quizá algunos desconozcan que el
comerciante establecido que hoy “ocupa un espacio en la vía pública” (Bulevar)
frente a su local, es a consecuencia de invertir y presentar un proyecto a la
Municipalidad para lograr la concesión, y que por lo demás es pagada por M2.
Aquí es donde quiero detenerme… Porqué los
locatarios debemos pagar dos veces al año, insisto… por M2, por ocupar un
espacio público, si los comerciantes callejeros ocupan la calle que quieren, cuando
quieren y por el tiempo que quieren?
El llamado es al Alcalde y al Concejo Municipal, con respeto… pero si han sido incapaces de resolver el tema, correcto
y justo sería entonces que suspendieran estos cobros y que el locatario que
desee ponga su mercadería al lado fuera de su local sin necesidad de presentar
proyectos y realizar pagos anexos a la patente, hasta que se resuelva el
problema; que por cierto, cada cierto tiempo hace noticia.
Como anillo al dedo nuevamente… “LEY PAREJA NO ES DURA”.
También un llamado a la Inspección
del Trabajo a realizar su mandato fiscalizador para saber en qué condiciones
están estos trabajadores.
Atte.
Cecilia Campusano.