Este miércoles 16 de septiembre, se cumplirán 5 años del terremoto que nos azotó en horas de la tarde, 5 largos años que no han estado exentos de problemas.
Este
septiembre será distinto de cualquier otro que hayamos vivido, esto no sólo por
la pandemia; sino por el deconstruccionismo en el sistema binario que se ha ido
arraigando año a año en nuestra sociedad, en donde sus principales actores lo
único que buscan es introducir sus ideas, ideas para que den los frutos que
quieren deben primero haber hecho cambiar las creencias de las personas, de la
sociedad y una vez que se hizo en buen chileno este “lavado de cerebro” se
pueden introducir estas ideas, porque para cambiar a una persona se le tiene
que hacer cambiar sus creencias, ya que si uno le modifica su modo de pensar,
de comportarse, de ser, le cambia la realidad.
Es de público
conocimiento, quienes son los autores tras este movimiento político, porque no
es una corriente social, sino que es la orquestación de grupos anarquistas que
quieren destruir el sistema, acabar con el patriotismo, introduciendo
odiosidades en materias donde no las hay y la mejor manera de “desactivar” un
país en su propia identidad, en su patriotismo, es germinar este
multiculturalismo que van a impedir que las personas se identifiquen porque se
van a mezclar y por lo tanto, esto provocará que no se tenga identidad propia y
con esto no me refiero a los migrantes, pues como muy bien lo dice la letra de
la canción “si vas para Chile” en la parte que señala “…y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero..”,
sino a la desconstrucción que se le está haciendo a nuestros niños desde la más
tierna infancia a nuestros jóvenes y no tan jóvenes también.
Se hacen
“gárgaras” de lo espectacular que es el multiculturalismo en desprecio por las
tradiciones patrias, como el hecho de querer eliminar la cueca como baile
nacional y entablar una suerte de “mix” musical con otros estilos, esto en
atención a que un grupúsculo quieren que se eliminen la cueca porque la
consideran un baile machista, por el cortejo que hace el gallo a la gallina,
otro grupo reclama por los colores de nuestra bandera, siendo que fue elegida
como la más linda del mundo, según informara el propio diario El País de
España, que al analizarse el primer estandarte utilizado por nuestro país como
nación libre, independiente, tuvo medidas muy similares a las del número áureo,
que por los matemáticos es considerado como la cifra más bella de todas.
También hay
otros que tienen serios conflictos con nuestro himno nacional, que con una
estrofa más que con otra menos, siendo que este himno nacional fuera
considerado el segundo más hermoso, después de “La Marsellesa”; es lamentable
que esta desconstrucción este “ganando” terreno y es labor de los adultos inculcarles
a nuestros hijos y nietos, aunque sea
contra la corriente social que predomina hoy en día el amor por su patria. Es
cosa que recordemos, todos los años nuevos la primera canción que sonaba era
nuestro himno nacional, seguido por 2 o 3 piezas de cuecas y luego toda la otra
música como un año más, el galeón español, etc.
Hoy tanto las
clases de historia, como de educación cívica, no son más que un recuerdo, así
como el respeto con nuestra bandera, pues si antes la gran mayoría de las
personas se preocupaba por más modesta que fuera su vivienda, que su bandera
luciera impecable flameando al viento, hoy si es que se recuerdan el ponerla,
no prestan mucho cuidado al estado de la misma, pues he visto pabellones
patrios, sucios, roídos, descoloridos incluso colocados de manera errada, ¿Qué
nos está pasando?.
Qué tiempos
aquellos, cuando al llegar el mes de la patria, porque no solo son los días 18
y 19 nuestro aniversario patrio, sino todo el mes en que uno ve o mejor dicho
se veía el cielo con múltiples volantines de colores, las personas pintando sus
casas e incluso hasta los troncos de los árboles se engalanaban para celebrar
un nuevo aniversario. Recuerdo esos tiempos en que inclusive a algunos les
“llegaba” de regalo una tenida de ropa o zapatos para lucir estas fiestas que
sin duda debían durarles todo el año y llegar impecable para navidad y el año
nuevo, casi sin derecho a crecer para que la ropa y zapatos duraran al menos
hasta esa época.
No digo que
los cambios sean malos, hay cambios muy favorables, pero estos deben ir siempre
de la mano de reafirmar la identidad, de la contribución de los principios y
valores y no de la moda, porque la moda es pasajera, la identidad es eterna,
¡viva Chile! ¡Viva la Libertad, la Patria y la Familia!
Susana Verdugo Baraona.